Viaje maravilloso del Señor Nic-Nac/VII

CAPÍTULO VII
Marte.

Entre la zona de órbitas que describen los fragmentos planetarios llamados Asteroides y la elíptica senda en que circula Tierra, á una distancia media de 58,000,000 de leguas del Sol, traza Marte su circulo de fuego, despues de haberse acercado al gran núcleo hasta 52, para alejarse luego hasta 63 millones.

Su diámetro es algo mayor que el rádio de la Tierra y su volúmen llega apénas al séptimo del de este planeta, en tanto que su superficie equivale, una de sus cuartas partes solamente.

En torno de su esfera gira la noche sin otra vislumbre que la de las estrellas y la de algun espíritu-imájen perdido entre las sombras;—y en el hermoso dia de rojizos resplandores, brilla un sol cuyo disco alcanza próximamente á la mitad del que contemplais vosotros, oh! mortales.

Todo esto lo sabeis los que desde la Tierra estudiais el cielo, y no ignorais que mi nueva mansion en los espacios suele acercarse hasta 14 millones de leguas, despues de haberse alejado de vosotros 106 millones;— habeis averiguado que presenta en la superficie manchas blancas brillantes, rojas y verdes, pero ignorais completamente cuántas maravillas encierran estas manchas, donde la vida y la luz gravitan sin cesar en torno vuestro;—pero como en breve tiempo debeis tambien volar, espíritus-imájenes, hácia el disco rojo, voy á iniciaros en sus extraños misterios, voy á guiaros por las dilatadas llanuras y ásperas montañas de Protobia y de Melania; voy á presentaros en las grandes ciudades de Seélia, y vais á acompañarme en los espléndidos bosques de Nic-Naquia.

El planeta Marte, lo mismo que el planeta Tierra, tiene una forrma esferoidal, aplanada en los polos cubiertos de pérpetua nieve y presenta en el resto de su superficie continentes y mares.

Tomemos este esferoide, ó imitando lo que siempre habeis hecho, mortales de la Tierra, segmentémoslo para poderlo estudiar.

Ante todo se presenta un caracter particular y que esos mares son mediterraneos, y el continente no interrumpido, encierra sus aguas verde—azules

Señalad el ecuador de Marte y formando dos hemisferios, el Boreal y el Austral, examinad en el primero un mar dijitado, cuyas profundas ensenadas, dirijidas al Nordeste, imitan una mano jigantesca, cuyo dedo mayor llega apenas al mar del polo, de donde lo separa una faja de tierra que corriendo hácia el occidente,se dilata en vasta llanura.

Esta mano, este mar, tiene solamente cuatro dedos, cuatro ensenadas, tres de las cuales corren al polo, en tanto que la última, separandose hácia el Sudeste cual prolongado pulgar, penetra en el hemisferio austral, en cuya zona templada forma una ensenada circular que le sirve de yema.

Si desde el polo Norte trazamos un meridiano que baje rozando el extremo del dedo índice del Mar Digitado, este quedará al occidente del meridiano, y si ahora consideramos el hemisferio occidental del planeta dividido en cuatro fracciones ó cuartos de disco, una al N. O., otra al S. O., la tercera al N. E. y la última al S. E., veremos que el mar queda en el cuarto N. O. Hácia el oriente del meridiano, y al Norte del ecuador, la tierra se extiende hasta confundirse con la del otro hemisferio, es decir, con el oriental.

Lo que podemos llamar el pulgar del Mar Digitado, corre desde el cuarto N. O. hácia el S. E. y baña. con sus espumas setentrionales las costas de una faja de tierra que extendiéndose paralelamente á él, rodea. adelgazándose, la yema ó ensenada, pero corriendo entónces hacia el occidente, se dilata en vasta superficie, cuyos bordes superiores acarician el rayo perpendicular del Sol.

Esta última porcion se denomina Nic-Naquia Meridional, y las tierras del Norte, Nic-Naquia setentrional.

El hemisferio oriental es mas unido, y los mares mejor circunscriptos. Al Norte, el Oceáno Boreal baña las costas de una faja transversa de tierra, que se une en ambos extremos con el continente occidental, y al sur de esta faja, el Mar Mediterráneo naciendo en el cuarto N. O. corre hácia el oriente y en el cuarto N. E. baja hácia el S. E. tocando el ecuador con su limite inferior. Hacia el Este del hemisferio, un dilatado mar que separa de Nic-Naquia el límite oriental del continente, corre de Norte á Sur.

Hácia el sur del extremo occidental del Mar Mediterráneo, las aguas de un mar pequeño determinan el límite Norte de Melania, y en el centro de este vasto territorio, centro tambien del cuarto S. O. del hemisferio, extiende otro mar su azulada superficie.

Casi paralelamente al meridiano central de este hemisferio corre un brazo del Mar Austral, pero sus aguas no llegan al ecuador del planeta.

Tal es á grandes rasgos la distribucion de la tierra y del agua en nuestro nuevo mundo, agregando empero los dos grandes discos polares, blancos, brillantes, que no son sino las nieves eternas que determinan los extremos irregulares del eje Marcial.

Por esta descripcion se puede comprender fácilmente la analogía que existe entre el planeta, Tierra y el planeta Marte, analogía que mas de una vez ha de poder servirme para expliraros, mortales de la Tierra, algunos de los caracteres esenciales de la Martografia[1] comparada con vuestra Geografía.

Desde el primer momento resalta un hecho, y es que en el hemisferio occidental las dos Nic-Nacquias se asemejan á las dos Américas, y en el hemisferio oriental, en las mismas posiciones que Europa, Asia y Africa, se presentan Seélia, Protobia y Melania.

  1. Hubiera deseado emplear la palabra geografía, pero como me refiero al planeta Marte, claro que sería impropia, pues, como sabeis, mortales, geografía, significa descripcion de la Tierra; Martografía sera, entónces, descripcion de Marte.—Excusad, filólogos terrestres.
    Nic-Nac.