Noraolivev
Y entonces, porque así fue
justa voluntad de Dios:
vistas las dos, de las dos,
ninguna nos dio por Fe.
Mas por ser la piedad cosa
digna de la santidad,
movido por la piedad
inclinóse la piadosa.
Y en su favor dio un decreto,
que mandó a su Extravagante,
que siempre de allí adelante
se guardase con efecto.
Fue que a cualquiera se deje,
seguir de las dos cualquiera,
fin que de hacerlo se infiera,
que incurra en pena de hereje.
Y lleno el Santo Prelado
de una devoción Cristiana,
en nuestra Iglesia Romana
ordenó un nuevo rezado.
Y una fiesta instituyó
a la Limpia Concepción,
a cuya celebración
un día al año señaló.
Dándole al que la guardare
muchas gracias, preminencias,
privilegios e indulgencias
siempre que la celebrare.