BIBLIA Latinoamericana BIBLIA de Jerusalén Génesis, 1 Génesis, 1 [audio http://blip.tv/file/get/Biblialatinoamericana-01Genesis257.mp3%7Cwidth=250%7Cinitialvolume=100] 1 En el principio, cuando Dios creó los cielos y la tierra, 1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 todo era confusión y no había nada en la tierra. Las tinieblas cubrían los abismos mientras el espíritu de Dios aleteaba sobre la superficie de las aguas. 2 La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. 3 Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz. 3 Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz. 4 Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. 4 Vio Dios que la luz estaba bien, y apartó Dios la luz de la oscuridad; 5 Dios llamó a la luz "Día" y a las tinieblas "Noche". Atardeció y amaneció: fue el día Primero. 5 y llamó Dios a la luz «día», y a la oscuridad la llamó «noche». Y atardeció y amaneció: día primero. 6 Dijo Dios: «Haya una bóveda en medio de las aguas, para que separe unas aguas de las otras.» 6 Dijo Dios: «Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de otras.» 7 Hizo Dios entonces como una bóveda y separó unas aguas de las otras: las que estaban por encima del firmamento, de las que estaban por debajo de él. Y así sucedió. 7 E hizo Dios el firmamento; y apartó las aguas de por debajo del firmamento, de las aguas de por encima del firmamento. Y así fue. 8 Dios llamó a esta bóveda "Cielo". Y atardeció y amaneció: fue el día Segundo. 8 Y llamó Dios al firmamento «cielos». Y atardeció y amaneció: día segundo. 9 Dijo Dios: «Júntense las aguas de debajo de los cielos en un solo depósito, y aparezca el suelo seco.» Y así fue. 9 Dijo Dios: «Acumúlense las aguas de por debajo del firmamento en un solo conjunto, y déjese ver lo seco»; y así fue. 10 Dios llamó al suelo seco "Tierra" y al depósito de las aguas "Mares". Y vio Dios que esto era bueno. 10 Y llamó Dios a lo seco «tierra», y al conjunto de las aguas lo llamó «mares»; y vio Dios que estaba bien. 11 Dijo Dios: «Produzca la tierra hortalizas, plantas que den semilla, y árboles frutales que por toda la tierra den fruto con su semilla dentro, cada uno según su especie.» Y así fue. 11 Dijo Dios: «Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto, de su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra.» Y así fue. 12 La tierra produjo hortalizas, plantas que dan semillas y árboles frutales que dan fruto con su semilla dentro, cada uno según su especie. Dios vio que esto era bueno. 12 La tierra produjo vegetación: hierbas que dan semilla, por sus especies, y árboles que dan fruto con la semilla dentro, por sus especies; y vio Dios que estaban bien. 13 Y atardeció y amaneció: fue el día Tercero. 13 Y atardeció y amaneció: día tercero. 14 Dijo Dios: «Haya lámparas en el cielo que separen el día de la noche, que sirvan para señalar las fiestas, los días y los años, 14 Dijo Dios: «Haya luceros en el firmamento celeste, para apartar el día de la noche, y valgan de señales para solemnidades, días y años; 15 y que brillen en el firmamento para iluminar la tierra.» Y así sucedió. 15 y valgan de luceros en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra.» Y así fue. 16 Hizo, pues, Dios dos grandes lámparas: la más grande para presidir el día y la más chica para presidir la noche, e hizo también las estrellas. 16 Hizo Dios los dos luceros mayores; el lucero grande para el dominio del día, y el lucero pequeño para el dominio de la noche, y las estrellas; 17 Dios las colocó en lo alto de los cielos para iluminar la tierra, 17 y púsolos Dios en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra, 18 para presidir el día y la noche y separar la luz de las tinieblas; y vio Dios que esto era bueno. 18 y para dominar en el día y en la noche, y para apartar la luz de la oscuridad; y vio Dios que estaba bien. 19 Y atardeció y amaneció: fue el día Cuarto. 19 Y atardeció y amaneció: día cuarto. 20 Dijo Dios: «Llénense las aguas de seres vivientes y revoloteen aves sobre la tierra y bajo el firmamento.» 20 Dijo Dios: «Bullan las aguas de animales vivientes, y aves revoloteen sobre la tierra contra el firmamento celeste.» 21 Dios creó entonces los grandes monstruos marinos y todos los seres que viven en el agua según su especie, y todas las aves, según su especie. Y vio Dios que todo ello era bueno. 21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente, los que serpean, de los que bullen las aguas por sus especies, y todas las aves aladas por sus especies; y vio Dios que estaba bien; 22 Los bendijo Dios, diciendo: «Crezcan, multiplíquense y llenen las aguas del mar, y multiplíquense asimismo las aves sobre la tierra.» 22 y bendíjolos Dios diciendo: «sed fecundos y multiplicaos, y henchid las aguas en los mares, y las aves crezcan en la tierra.» 23 Y atardeció y amaneció: fue el día Quinto. 23 Y atardeció y amaneció: día quinto. 24 Dijo Dios: «Produzca la tierra animales vivientes de diferentes especies, animales del campo, reptiles y animales salvajes.» Y así fue. 24 Dijo Dios: «Produzca la tierra animales vivientes de cada especie: bestias, sierpes y alimañas terrestres de cada especie.» Y así fue. 25 Dios hizo las distintas clases de animales salvajes según su especie, los animales del campo según su especie, y todos los reptiles de la tierra según su especie. Y vio Dios que todo esto era bueno. 25 Hizo Dios las alimañas terrestres de cada especie, y las bestias de cada especie, y toda sierpe del suelo de cada especie: y vio Dios que estaba bien. 26 Dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que tenga autoridad sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo, sobre los animales del campo, las fieras salvajes y los reptiles que se arrastran por el suelo.» 26 Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra. 27 Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Macho y hembra los creó. 27 Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó. 28 Dios los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.» 28 Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra.» 29 Dijo Dios: «Hoy les entrego para que se alimenten toda clase de plantas con semillas que hay sobre la tierra, y toda clase de árboles frutales. 29 Dijo Dios: «Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será de alimento. 30 A los animales salvajes, a las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se mueven sobre la tierra, les doy pasto verde para que coman.» Y así fue. 30 Y a todo animal terrestre, y a toda ave de los cielos y a toda sierpe de sobre la tierra, animada de vida, toda la hierba verde les doy de alimento.» Y así fue. 31 Dios vio que todo cuanto había hecho era muy bueno. Y atardeció y amaneció: fue el día Sexto. 31 Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardecío y amaneció: día sexto.