Una vida (Ghiraldo)
UNA VIDA
¡Hijo del amor y el vicio!
¡Hijo de un amor culpable!
Y el mundo, imbécil, lo marca
Con sello eterno, imborrable.
Es un proscripto en la tierra,
No conoce hogar ni patria,
No tiene madre, ni hermanos!...
¡Él és solo en la batalla!
Lucha en la sombra; no encuentra
Ni una luz en su camino.
Quiere avanzar... y lo hieren
Las espinas del martirio.
Entonces, allá en sus noches
De insomnio, por su atrofiado
Cerebro cruza el horrible
Espectro del crimen pálido...
Y después de batallar
Con su conciencia y con su alma
Trepa estóico, con desdén,
El cadalso de la infamia!