Triste, muy tristemente

Lira póstuma (1919)
de Rubén Darío
ilustración de Enrique Ochoa
Triste, muy tristemente...
...

TRISTE, MUY TRISTEMENTE...

Un día estaba yo triste, muy tristemente
viendo cómo caía el agua de una fuente;
era la noche dulce y argentina. Lloraba
la noche. Suspiraba la noche. Sollozaba
la noche. Y el crepúsculo en su suave amatista,
diluía la lágrima de un misterioso artista.
Y ese artista era yo, misterioso y gimiente,
que mezclaba mi alma al chorro de la fuente.