CERIOLA, DON JAIME. editar

Por Agramunt, provincia de Lérida.


Generalmente los hombres de negocios se acomodan á la política militante; pero el señor Ceriola no ha comerciado con su opinión: está si muy relacionado con la corte, y aunque sin duda por eso tuvo la desgracia de que minasen algo su independencia, agraciándole el año 1848 con la gran cruz de Isabel la Católica, no se pliega á las exigencias de altos lugares, y en los días de dificultad y de prueba abandona sus asuntos para asistir al Congreso, y deja á un lado los intereses para obrar como hombre de partido.

Si en el Congreso se trata de alguna cuestión que afecte al Principado, no reniega de su país, y solo abandona á los progresistas para votar con los catalanes.