Recordación Florida/Parte I Libro V Capítulo III
Del aspecto natural de la ciudad de Goathemala, y lo más particular de sus edificios, y otras cosas pertenecientes á la descripción de ella.
Toda la formación y hermosura material del cuerpo de esta ciudad de Goathemala la componen y adornan, como miembros principales de su elegante aspecto, diez extendidos y excelentes barrios, sin aquella más decorosa, ilustre parte que llamamos, como la más principal de su cuerpo, el riñon de ella; y estos lucidos y proporcionados miembros, que correspondientemente la autorizan y aumentan en hermosura de vecindad, son: el barrio de San Francisco, que casi fué el primero que empezó y acabó, al tiempo de la fundación, de perfeccionar la erección de su edificación. El barrio del Tortuguero, cuyo pronombre le viene por caer á la parte en que el firme terreno descaece más hacia la igual llanura, y se ven allí más rebalsadas de ella las impetuosas vertientes de los procelosos hibiernos. En este barrio del Tortuguero está la casamata, ó providente almacén de la pólvora, de un fuerte y murado cañón edificada con dos fuertes y seguras puertas, aunque medianas aseguradas, y con secretos subterráneos para resguardar este socorro de las asechanzas que puede ofrecer el tiempo; y allí cerca, en la misma calle que sale á el Prado del cortijo, el estanco y casa de su peligrosa fábrica. Únese á este alegre barrio del Tortuguero, por la pane que mira al Septentrión, el numeroso y crecido barrio de San Sebastián, que es sin disputa el más crecido en número de vecindad de todos los demás, y que goza de las aguas de Pampotic y de los alimentos baratos por la entrada de Jocotenango, que está en aquella parte. Síguese á este, por la parte oriental de él, el apiñado y alegre barrio del Manche, extendiéndose por este rumbo, aunque, según el centro y riñon de la ciudad, está este barrio del Manche con la situación á el Norte, quedando de esta suerte al pie y floreciente falda del cerro de San Felipe, y á la parte occidental el de San Jerónimo, no tan numeroso como los tres ya referidos barrios, antes bien más retirado que otro, y poblado de encogida y pobre gente como el de Santiago, en la propia situación, considerado como pobre y mísero arrabal de breve y estrecho recinto. Pero el del Espíritu Santo á más dilatada y alegre capacidad, extiende su más decente y tendida poblazón á la misma occidental parte, con más inclinación á el Sur que sus inmediatos de San Jerónimo y Santiago. Mas corriendo el barrio del Manche á la parte de Levante se va á eslabonar con el barrio de Santo Domingo, numeroso de pueblo, que goza apacible deliciosa conveniencia por una inmediata, siempre verde y floreciente campiña, que es la salida que, entre la parte del claro Oriente y el despejado Norte, se ocasiona alegre y se derrama dilatada con título de la Chácara; y aunque este barrio es estrecho en la formación de sus numerosas callejuelas, otras más anchas calles dan apta y acomodada entrada á las carrozas hasta lo más interior del apiñado barrio, poblado de gente acomodada y más lucida, á causa del frecuente trato de sus mercaderías. Tiene el de Santo Domingo por su inmediato al barrio que llaman de la Candelaria, que por la inferior parte de la llanura queda unido con lo demás de la elegante peregrina fábrica del cuerpo principal de la ciudad, y se ve poblado de españoles como los otros referidos; pero en este, con alguna interpolación de otras poblazones de gente ladina, mestizos, mulatos y negros, á que se agrega otra y dilatada poblazón que corre también á el Norte, y se extiende y trepa por la áspera subida y repecho de un monte hasta la media difícil cumbre, á el modo que una singular, nueva y admirable Toledo; que desde la fundación ha estado de hábiles ladinos indios poblada, y no con pequeña ni despreciable conveniencia, por ser todos aventajados y diestros oficiales en las artes de albañilería, carpintería y fundición de primorosas piezas. Rodea, después, á la ciudad, por la parte más superior del Oriente, el más sano y alegre barrio de Chipilapa, de alguna gente española asistido y habitado, y lo más de su poblazón á mestizos únicamente reducida; y el de Santa Cruz, no muy crecido ni muy dilatado de pueblo, unido al de San Francisco, terminando, cierra y orbicularmente concluye; dilatándose hacia el Mediodía el dilatado círculo de la poblazón exterior desta ciudad: y aquí, en este barrio, es donde con más fecunda variedad produce Flora y fertiliza Amalthea derramadas, alegres copias en matizados bulbos de varias confusas flores, ó por la abundancia de las surgentes aguas, ó por la aplicación cuidadosa de los esmerados y curiosos cultores.