Jícaras Tristes (1932)
de Alfredo Espino
Plombagina

Claroscuro, ¡canta el río!
¿Cómo viene tan jugando?
¡Y las hojas con rocío
son ojos verdes llorando!

¡Qué de músicas celestes
se escuchan en estos lares;
murmurios de platanares
y de palomas agrestes!

Entre las monteses galas
cada cosa es una lira:
¡la tórtola que suspira
es un madrigal con alas!