Pensamientos (Rousseau 1824): 26
El defecto grande de la sabiduria humana, aun de aquella que solo tiene por objeto la virtud, es un esceso de confianza que nos hace juzgar de lo futuro por lo pre-
¡Cuan ridículos deben ser todos nuestros proyectos, y cuan insensatos todos nuestros razonamientos ante el Ser para quien no tienen sucesion los tiempos, ni distancia los lugares! Tenemos por nada lo que está lejos de nosotros, y no vemos lo que nos toca: y cuando hayamos mudado de situacion, serán contrarios nuestros juicios y no serán mejor fundados. Arreglamos lo futuro por lo que nos conviene en el día, sin saber si nos convendrá mañana; juzgamos de nosotros mismos como si fuésemos siempre los mismos, y variamos todos los días. ¿Quien sabe si amarémos lo que amamos, si querrémos lo que queremos, si serémos lo que somos, si los objetos estraños y las alteraciones
de nuestros cuerpos no habrán modificado diferentemente nuestros ánimos, y si hallarémos nuestra miseria en lo que habíamos dispuesto para nuestra felicidad? Mostradme la regla de la sabiduría humana, y la tomo al punto por guia. Pero si la mejor leccion es enseñarnos á que desconfiemos de ella, recurramos á la que no engaña, y hagamos lo que nos inspira.