Pasaron como pasan por la cumbre
IX
Pasaron como pasan por la cumbre
regazadas las nubes del estío
sin dejar en los riscos el rocío
de sus pechos; pasaron, y la lumbre
del sol, desenvainada, pesadumbre
para su frente fué; lejos el río
por la fronda velado, á mi desvío
cantando reclamaba á la costumbre.
De la montaña al pié verdeaba el valle del sosiego en eterna primavera, rompía entre sus árboles la calle
pedregosa que sube á la cantera, y era el del río el susurrar del dalle de la muerte segando en la ribera.
B. IX 10.