Paisaje crepuscular
PAISAJE CREPUSCULAR
La tarde sobre el campo se acuesta fatigada
I la mancha amarilla de los trigos maduros
Me trae a la memoria los rizos de una amada
Que interpuso una tumba a mis deseos impuros.
El alma del paisaje nos hace remembrar,
La pena se acurruca i anega el corazón;
El dolor del paisaje absorbe i hace llorar:
Se siente como el peso de una desolación.
Cinco o seis campanadas se caen sobre el llano,
El agua canturrea sus notas cristalinas,
Se queda una carreta pegada en un pantano
I persignan el cielo las negras golondrinas.
El aire se refresca con un gritar de trilla,
Un toro en el camino pone su gravedad
Ungiendo va la tierra con su baba amarilla
I tiene un andar lento como de padre abad.