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sigue nota (2) de páj, 264, dia 26 de diciembre de 1791

    Ancud i Calbuco, pueblos que él frecuentaba poco; de cerco no alcanzó tampoco a divisarle, aunque le rodeó en un semicírculo i a poca distancia, pero los cerros altos de la Boca i de Santo Domingo le interceptaban su vista.

    Un observador posterior de gran mérito, Bernardo Philippi, no alcanzó a reconocer tampoco el volcan de Calbuco, sino conoció solo el Osorno que segun él, "se denomina unas veces por el pueblo de Osorno i en otras por el de Calbuco".

    Como el Osorno dominaba por su altura, su posicion avanzada i su estado frecuente de ignicion, su rival, al parecer tan modesto, quedó largo tiempo desconocido. Fué solo en esta siglo, en 1848, que F. W. Döll señaló su existencia, i le dió el nombre "Calbuco" [n 1]. El mapa de Fitzroy le marca como volcan Quellaype, denominacion que no es del todo exacta por no corresponder al volcan sino a la costa del golfo detras de la cual se eleva.

    Como Menendez ha tomado un rumbo equivocado, se apercibe de su error, despues de tres dias de reconocimientos inútiles, i se dirije al fin a la abra primera que segun le constaba era tambien la misma por donde el P. Guell habia entrado en busca, del paso de la Cordillera.

    Menendez mismo se convenció poco despues de que el viejo Suarez no le habia informado mal, siendo que el misterioso Vanquenmay es el Tronador, a cuyo pié hai efectivamente "una abra que va al E. siguiendo el cordon". Parece que Suarez no no habia internado por el camino de Vuriloche sino por el de las Lagunas.

    El anciano e imposibilitado Tomas Suarez es uno de los tres viejos que completan la continuacion no interrumpida de testigos vivos a que hemos aludido arriba [n 2], desde una época anterior a la de los padres Laguna i Guillelmo hasta nuestros dias. Suarez que sirvió a Menendez, fué el segundo, habiendo sido el primero "un español ya viejo", que dió informes a Guillelmo sobre el comino de Vuriloche, i el tercero el viejo Jose A. Olavarria, quien guió en este siglo a los primeros esploradores de Nahuelhuapi. Segun su relacion Suarez estuvo en Nahucehuapi: como despues de la muerte de Guilielmo i Elguea la comunicacion entre Chiloé i Nahuelhuapi quedara cortada i los bosques volvieran a crecer, dejando pronto borrados los mstroa del camino, debe haber estado en la mision en tiempo de Guillelmo o poco mas tarde. En vista de la notoria lonjevidad de los habitantes de Chiloé, señalada ya por Fitzroy i Vicuña Mackenna i tambien en este libro, no debemos estrañar esta cadena de transmisiones que abarca siglos.


  1. Bernardo Philippi, Nachrichten über die Provinz Valdivia, Cassel 1851, p. 5 i 114, El mismo, Nachrichten über Chiloé und Chonosinseln, "Monatsberichte der Gesellschaft für Erdkunde", Berlin t. II, 1841 p. 40: "Die Post" de Puerto Montt de 28 de noviembre de 1896.
  2. Este libro t. II p. 82.