Soberano Congreso sabe, i no necesita individualizarse, pues la restitución, miéntras mas chocante se crea, es mas vigorosa para el intento, porque arguye la protección que se decanta, porque confirma el poder que Valdés quiere manifestar a los infelices a quienes se propone aterrar con este golpe, porque el temor es la pasión mas violenta i dominante, i, finalmente, porque son pocos los hombres que admitan, en cambio del libre uso de sus derechos, en una vez, un porvenir desgraciado, cual saben presajiarles; no siendo difícil que consideren necesaria esta alternativa en vista de que las maniobras de aquel delegado le han constituido un mandatario perpétuo de Melipilla, contra quien es supérfluo producir quejas, pues, sobre todos i contra todos, él ha de gobernar. Esta es la semilla que se riega en aquellos pueblos i que ellos lo ven sostenerse un período tan largo, como el de siete años, en medio de las fuertes convulsiones déla República, cuando advierten que no hai acusación bastante para removerlo, i, finalmente, que el clamor público es mirado con desprecio, pues, pendiente la causa, se repone el acusado, parece justo que consideren vano cualquier esfuerzo, i, de consiguiente, que, por evitar su ruina, consagren a cuanto quiera el delegado.
Esto es lo que Valdés ha pretendido i la eleccion de diputado lleva el primer lugar en aquel plan. Ella debe ser la obra mas libre de los ciudadanos, pero no será sino la mas subyugada, miéntras haya un gobernador empeñado en hacerles la violencia moral que constituyen los fundamentos espuestos. Se sigue de aquí que, hallándonos en actual disputa sobre que no ha debido reponerse a Valdés, pendiente la acusación, por cuanto las leyes i la razón misma lo resisten directamente, debe suspenderse la elección hasta que salga aquél del ejercicio que hoi tiene i con que oprime los sufragantes; o, al ménos, hasta que se decida el punto de su separación, en el firme concepto de que, si contra ¡a equidad de que es tan digno un pueblo, contra la justicia de que se ve asistido i contra lo que debe esperarse, habiendo merecido llegar sus quejas al Soberano Congreso, se resolviese la continuación de Valdés, pendiente su causa, se podria proceder en el dia a la elección i sacar diputado a quien el delegado quiera, seguro de que el pueblo en nada se mezclaría o, al ménos, no le haria la menor oposicion, como que este hecho le convenciera de quenada pueden su voluntad i esfuerzos.
El Soberano Congreso se ha dignado tomar este asunto bajo su protección, dígnese también estenderla a la declaratoria que solicito o proveer lo que estime conveniente con este fin.
Al Soberano Congreso suplico se sirva mandarlo así por ser de justicia que imploro. —Juro etc. —▼Nicolás Hurtado.
Núm. 269
Pide se tenga presente en la discusión del dia
Soberano ▼Congreso:
El ciudadano Nicolás R. Peña, con todo mi respeto, espongo: que, cuando en la causa seguida con Mr. Mackenzie se ha empeñado todo jénero de jestiones, preparando a Vuestra Soberanía en favor de la justicia que no tiene, para inclinarle así en obsequio del recurso pendiente; yo no podia mirar con indiferencia esta ventaja i el peligro de mi sacrificio a la desigualdad. Mackenzie ha presentado tres memorias, una en copia por mano de su cónsul, i las dos impresas, al paso que yo ninguna he podido elevar a Vuestra Soberanía, que no entiende en un asunto entre partes, como que no es un tribunal contencioso, ni he creido prudente solicitar por un derecho idéntico que el tiempo se prorrogase para responder a la última esposicion de mi rival, con el mismo i aun mejor derecho con que éste obtuvo la moratoria, porque haciendo él de actor en este incidente, i yo de demandado, yo era quien debia concluir, segun la práctica de los juicios. Pero, cuando mis papeles solo han llevado por objeto la indemnizacion de mi honor, ¿a donde iríamos a parar con un proceso por la prensa? Yo, en efecto, no cesaría de dar a luz nuevos convencimientos de la relijiosidad con que he pagado, si la última memoria del contendor hubiese podido siquiera oscurecer los que tengo anticipados; mas, ella se ciñe en su mayor parte a la sustanciacion de la causa, contentándose con alucinar a fuerza de insistir impávidamente en la falsedad i cambios de los hechos, terjiversando mis reflexiones, que es la mejor prueba de hallarse convencido, porque su sentido íntimo le dice que si las presentara como ellas son, es irresistible su fuerza; así como es de toda evidencia, es tan cierto del pago, en el hecho mismo de gastar meses en estos recursos insignificantes, cuando en ocho dias se habria concluido la liquidación de que tanto huye, porque sabe que ella descorrerá todo el velo. Nada mas ha decretado la ▼Suprema Corte de Justicia, sino el que se verifique esta liquidación, como único medio de proceder a verdad sabida i buena fe guardada. Esto es lo que Mr. Mackenzie gradúa de una pérdida absoluta de su pleito, i declama terriblemente esta desgracia. ¿Quiere mas Vuestra Soberanía para persuadirse que la liquidación es lo que cancela el asunto, i que el contendor se crée perdido en el momento de hacerse? ¿I este es el hombre que pretende se prefieran las ritualidades al esclarecimiento de la verdad i buena fe en una causa mercantil? No, señor, él no ha perdido el pleito ni lo ha ganado; lo que pierde es el tiempo i lo hace perder al Congreso con el estravagante recurso, al paso que deja pendiente