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SESION DE 14 DE ENERO DE 1825

Congreso hasta que puedan presentar sus trabajos, sin que por eso se entienda que mi opinion es que se discuta dentro de ocho dias, sino cuando el Congreso lo halle por conveniente.

Con que la cuestión, a mi entender, como se propone, es, si los señores de esas comisiones deben trabajar algo o estar ociosos, i que tampoco en el trabajo deban preferirse unas a otras, sino que vayan a una i que el Congreso despues sabrá cuál merece la preferencia en la discusión. I así evitamos también el que mañana vengan a pedir preferencia sobre sus mociones o sobre sus teorías.

El señor Elizalde. —Señor, creo que sobre todo lo espuesto mui poco habrá que alegar en favor de la proposicion. Por lo que a mi respecta, no puedo ver sin dolor que se asiente delante de los pueblos que nos hallamos sin garantías. A mi lo que me ha hecho fuerza es esto, i que está espuesto el ciudadano a cualquier insulto o a que lo saquen de su casa a fusilarlo. Por esto creo que lo primero que debe hacer el Congreso es dar ese plan de garantías, el que si fuese posible hacerlo en cuatro horas se debia dar inmediatamente, es cosa mui llana i mui urjente. Yo mismo me comprometería a hacerlo en su tiempo.

El señor González. —Yo creo que ni un instante el país debe estar sin Constitución. Yo no creo tampoco que la Constitución debe solo componerse de esas leyes de garantías; pero también estoi convencido de que ella no debe ser reglamentaria, debe contener mui pocos artículos para que fácilmente se fijen en la memoria de los ciudadanos. Hoi se puede dar la lei de garantías, mañana el arreglo de tribunales, en fin, despues una partesita de la Constitución i así se irá trabajando con despacio i de repente nos encontraremos con una Constitución formada. Me parece que hai una mocion no sé si del señor Pérez...; este nombre de Constitución no es tan odioso a los pueblos como se dice. Siempre que ella sea buena, los pueblos la apreciarán, su odio solamente es contra las constituciones malas.

Se quiere o se pide al Congreso que la comision presente un proyecto de Constitución, se ha dicho ántes que solo sean bases, i yo creo que la Constitución solo deba componerse de bases, porque en ella son ajenos los reglamentos ¿por qué ha de ser sol© de garantías i de arreglo de tribunales? Eso es bastante solo para divertir la misma Constitución, en varias partes es para entretener al Congreso.

El señor Elizondo. —Con la esposicion que hemos oido al autor de la mocion, parece que la Sala debe creer, i yo digo lo mismo, que desde el momento de haberse formado las comisiones debían empezar a trabajar en sus respectivos ramos. Porque, ¿quién las ha impedido para que vayan trabajando? cuando se ha hecho una mocion para que trabajen i cuando se ha puesto un término tan corto como el de ocho dias, se ha querido efectivamente que las comisiones trabajen esclusivamente sobre esto i que de aquí es que le haya querido argüir, porque pretende que no halla reglamento, porque, señor, aunque los reglamentos no son Constitución, no por eso debemos dejar al Estado sin reglamento, ¿qué importaría una Constitución sin reglamento que es lo único que puede hacer efectiva esa Constitución? El señor Infante no ha tenido otro espíritu al opinar contra la mocion. Si, como él dice, no se dan reglamentos para cada ramo de la administración ántes de establecer las bases, creo yo que la Nación se quedará, no solo sin Constitución, sino también sin esos reglamentos. Pero si el dictar esa lei de garantías es sin perjuicio de los otros trabajos, nada mas justo ni mas equitativo.

El señor Presidente. —Por lo que he oido de la discusión, si el señor autor de la mocion se conviene, parece que podria conseguir su aprobación en otros términos mas agradables a la Sala, diciendo que las comisiones fuesen trabajando en los asuntos de su obligación. De este modo prescindimos de discutir si ha de ser Constitución o bases.

El señor Vera. —Se convino con el parecer del señor Presidente. La Sala, llamada a votacion sin entrar en ella, adoptó ese parecer.

Se leyeron varias mociones que habian pendientes, de ellas unas se resolvieron al momento i otras pasaron a las comisiones respectivas.

En este estado, se levantó la sesión, anunciando para la siguiente el asunto de los señores Peña i Mackenzie i los informes de la comisiones.


ANEXOS

Núm. 245

Con la mas distinguida consideración, acuso a US. recibo de los dos ejemplares impresos del reglamento interior del Congreso, que se sirve remitirme con nota de ayer, a la cual contesto, protestando a US. mi mayor aprecio. —Santiago, Enero 13 de 1825. —D. J. Benavente. —Señor Secretario del Soberano Congreso.


Núm. 246

Señor:

No siempre está en las facultades del hombre llenar las funciones a que es llamado. Por gratitud i reconocimiento al digno pueblo de Santiago que me honra, debia superar obstáculos e inconvenientes; pero, cuando repaso mi notoria insuficiencia, creo de mi deber esponerla para dimitir el cargo de diputado por esta capital al Congreso Constituyente, con cuyo honor se me ha distinguido en la última elección.

Vencería el rubor que me impone mi inepti