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CONGRESO NACIONAL

pues, si por la demora pueden recibir algun perjuicio, es perjuicio del individuo i ese miserable perjuicio no puede compararse al gran perjuicio público, porque con esta medida se va a quitar nada ménos que la gabela mas fuerte que sufren los pueblos pacíficos. Sabemos que anteriormente los remates se hacían en Marzo i ahora se hacen en el mes de Enero, mes en que no es tan fácil hacer los remates como en el primero, o parece que se está hablando a hombres que estamos en Francia i no en Chile. Se nos quiere suponer perjuicios en los particulares. Esta es una idea mui mezquina. Póngase la balanza, entre dos males (si esto puede llamarse malo) ¿cuál será preferible, el público o el privado? Yo no quiero hablar ahora de la utilidad de la mocion; pero a su tiempo veremos si esto es una mera teoría principalmente cuando tenemos el ejemplo mui cerca. En Buenos Aires, siendo su deuda nacional mayor que la de Chile, la ha amortizado toda i ahora se halla nadando en prosperidad.

Si los particulares sufren algunos perjuicios en el corto espacio que se debe suspender el remate i, si lo sienten, que lo sacrifiquen al patriotismo si son buenos ciudadanos.

El señor Albano. —Agregaré a la esposicion del señor preopinante que no puedo ménos que alegar que todos nuestros paisanos saben que los rematantes no solo son rematantes sino comerciantes, de modo que no tanto les trae el remate de una doctrina (que pueden no sacar) sino el interes de comerciar i dispender su sefectos. Así no se puede alegar el perjuicio de los que vienen a rematar los diezmos. Dije, pues, que estos hombres eran comerciantes, la mayor parte, i que no se les sigue ningún perjuicio porque ese tiempo lo dedicarán a la verificación de su negocio.

Se me ha ido otra idea que hace al caso i con este motivo concluiré.

El señor Cordovez. —Cuando se ha sentado por un señor preopinante que el Congreso no suprime los diezmos, yo creo de fe i de corazon que los suprime, si es que se interesa en el bien público. El propietario se convendrá al momento con esta resolución cuando se diga: Ud. en lugar de pagar mil va a pagar doscientos, pero creo que esto es meternos en la cuestión.

En tiempos anteriores eran los remates en el mes de Marzo i por un decreto del Gobierno se adelantaron al mes de Enero, quizá por favorecer a algun interesado, pues, no habian llegado todavía los subastadores, i desde entonces hasta esta época son en el mes de Enero. Así, no hai inconveniente en que se suspendan con solo que vuelvan a su primitivo estado, es decir, que sean en el mes de Marzo. Como los diezmos comienzan aquí i se acaban en el mes de Enero, muchos hombres de la capital los rematan con solo la mira de utilizar con los pobres individuos de las provincias que, por sus ocupaciones, no pueden ilegar a ese tiempo i tiempo que pagan a los que han rematado un tanto por ciento para comprarles el derecho. No quiero meterme en el pormenor de estas cosas porque seria entrar en largas digresiones i en el fondo mismo de la cuestión.

Fundado en esto, creo que el Congreso debe decretar la suspensión del remate i esta es una utilidad que reciben los rematantes, (se habla por los que están aquí que serán mui pocos) porque tendrán mas relaciones del estado en que se halle el negocio de diezmos ¿i será capaz que se traigan a la vista los perjuicios de estos individuos en quince dias que estén en una capital tan abundante como ésta? El Estado se mejora con esta medida, porque miéntras mas subastadores haya, ofrecerán mas, tengo esperiencia i por esto hablo; no porque se suspenda el remate se han de retirar los subastadores, quedando esto en cuestión, esperarán mas bien la resolución del Congreso.

Cuando se trate de la cuestión, yo haré ver de parte de mi provincia que ella ganará un 200 por ciento porque dará ménos i el Erario recibirá mas. Tómeseme la palabra; yo me comprometo a dar por el pueblo, de que soi diputado, doble cantidad de lo que importan sus diezmos i también aseguro que el pueblo quedará mui contento. Con este motivo, yo haré ver que toda hacienda pagará mucho ménos con una contribución de 1 por ciento i el Erario percibirá mucho mas. Todos los diezmos de la provincia de Coquimbo solo importan 20 o 25,000 pesos, esto se puede probar con una cuenta palpable, por si se subrogase la contribución directa o valdría mucho mas que el diezmo i la provincia no tendría que erogar tanto.

Contrayéndome a la cuestión, aun todavía no ha llegado la tercera parte de los subastadores de las provincias. Si no se suspende el remate, estos pocos individuos rematarán todos los partidos i los pobres que lleguen despues, tendrán que hallarse en el caso en que yo me he hallado muchas veces. Yo he sido un rematante, de diezmos i, porque no he llegado a tiempo, he tenido que pagar hasta un 25 por ciento a otros individuos, lo mismo sucederá este año con los que no han llegado i así por todos motivos debe suspenderse el remate de los diezmos.

El señor Argomedo. —Estoi convencido de que se suspenda el remate, pero no por las razones que he oido hasta ahora. Desde que se estableció el remate en Enero aumentó el número de subastadores dos tantos mas. Digo esto, porque he sido en ese tiempo juez de diezmos i puedo asegurar que, cuando se puso el remate en Enero, no ha sido por favorecer a nadie i que en eso no ha habido maniobra alguna.

El señor Eyzaguirre. —Señor, he propuesto ántes que, en la suspensión del remate, se tenga presente el perjuicio que pueden stifrir con la demora los rematantes. Si ésta es de quince dias, yo convendré en ello; pero que sea inmediatamente jamas podré allanarme. Yo asistí en