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CONGRESO NACIONAL

apoya la Constitución, por sí misma está manifestando nulidad. Reservaré para otra sesión el hablar lo bien o mal que ha sido recibida de los pueblos i principalmente de Santiago.

El señor Elizondo. —Despues de haber espuesto el señor Infante ios motivos i sobre lo que la Comision ha fundado su dictámen, nada parece que queda que observar; pero aduciré algunas razones qué me ocurren. Si es una calidad de poderes que tenemos el revisar la Constitución, debemos hacerlo. Si fuese esta calidad la de anular la Constitución, yo entiendo que no debíamos emplear el tiempo en esto. Si se atiende a lo que acaba de esponer el señor Infante sobre el decoro que se debe a la lei, yo también diré que he leido en un sabio que si los muros de Roma eran inviolables, era porque guardaban las leyes. También añadiré, como el señor Cordovez ha espuesto, que es fundada por un cuerpo lejítimamente formado i que por consiguiente merece alguna consideración.

Puede tener i tiene efectivamente algunos defectos; pero entre tanto artículo que contiene la Constitución, ¿no habrá alguno bueno? Lo bueno que tiene, ¿por qué ha de ser anulado de un solo golpe? ¿Con que porque se ha de anular lo malo, todo ha de ser malo i se ha de anular como lo malo?

El señor Fernández. —En mi juicio es mui grande i sorprendente el hecho asegurado por el señor Cordovez de haber hecho guardar una Constitución i jurar otra: por este motivo soi de opinion que la Comision de Constitución examine un hecho tan criminal en sí i que merece un castigo ejemplar.

El señor Albano. —Como ha indicado el señor, la variación hecha en un artículo sustancial creo que no será error de imprenta. Yo bien entiendo lo que es correjir las pruebas. Esto no puede haber sucedido sin malicia.

El señor Cordovez. —Por el Poder Ejecutivo, al poco tiempo del acta senatorial, se mandó suspender en las demás provincias la Constitución, pero se ha mandado por un nuevo reglamento enviar jueces de letras a los pueblos. Creo que es una medida bastante desorganizadora el que exista un poder supremo judicial, porque no le reconocemos por tal, pues estando suspensa la Constitución no debe existir.

El señor Henriquez. —Me parece, que se puede dar un corte a esto. La espresion de nulidad que se quiere dar a la Constitución no es conveniente porriue fué dictada por un cuerpo lejítimamente formado, por otra parte se da ejemplo de insubordinación a los pueblos. Esto no era conveniente de ningún modo porque los pue blos harian lo mismo con las leyes que dictase este Congreso i todas las demás que sancionasen todas las demás lejislaturas. Sin entrar en esos exámenes tan largos ni dar un golpe brusco declarando nula la Constitución, seria mejor mandarla suspender porque tampoco se puede anular lo que se determina por una autoridad lejítima.

El señor Infante. —Las observaciones hechas anteriormente acerca del proyecto presentado por la Comision me obligan a declarar mi opinion sobre esta Constitución. Yo la considero nula, viciosa, inepta, usurpadora de los poderes. Yo lo que creo que no debemos dar a los pueblos son ejemplos de humillación; démosle sí el ejemplo que le hemos anulado, convencidos de lo malo e impracticable de ella, pero sí manifestémoles los motivos que hemos tenido para ello; de otro modo es desviarnos de la práctica de todos los cuerpos lejislativos que jamas obran por autoridad sino por convencimientos. Acuerde el Congreso que en tres sesiones improrrogables se examine la Constitución. Yo no digo que se examine toda, pero examínense siquiera los principales artículos o los que se puedan, porque si los dejamos de examinar todos, los pueblos que han conferido sus poderes a los diputados para que examinen esa Constitución no aprobarán jamas que obremos con toda precipitación. También es necesario que no nos equivoquemos; ese mensaje que he pedido que se lea dice que los pueblos la han recibido como la obra mas perfecta de un Congreso, i si leemos ese mensaje i examinamos esa Constitución, los que han firmado ese papel que llaman mensaje, zaherir esta precipitación, así ella no será la que nos pierda, no será la que nos va a dejar triste esa esperiencia a las lejislativas venideras.

Si hoi echamos por tierra una Constitución sin examinarla, los otros Congresos que sucedan a éste harán lo mismo con Constituciones que quizá serán buenas, porque este Congreso así lo hizo con ésta.

El señor Vicuña. —Este exámen que pide el señor preopinante me parece que debia haber presidido a aquel golpe que se dió por los pueblos, porque 110 veo que podia ser mui sabia i permanente una Constitución que mereció el fallo de todos los pueblos. A mas de eso si se hubiese de examinar habria de ocuparse toda la duración del Congreso, condescendiendo con el proyecto de la Comision. No veo medio de cortar un asunto mas ruidoso tal vez que el que acabamos de cortar i que alarmada la opinion; que impediría al Gobierno ponerse en estado de defender el país i al Congreso anterior lo pondría en estado de vindicarse ante los pueblos i traería un choque violento a los pueblos. Para no despreciar lo poco bueno que pueda tener esa Constitución, creo que podia ser anulada no en con creto sino en abstracto. El dar razón a los pueblos porque se ha quitado seria abrir un camino a contestaciones alarmantes, i mejor seria anularla sin mas preámbulo, porque: Apsa ratis facti esta voluntas faciende. Ya han usado los pueblos de sus derechos despreciándola; i caído el cimiento, todo el edificio viene a tierra, así pues, no tenemos necesidad de dar este manifiesto a los pue