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SESION DE 11 DE DICIEMBRE DE 1824

los motivos que les indujeron a adoptar una conducta recíprocamente hostil. Así es que las fuerzas del jeneral Olañeta que diariamente se aumentan, léjos de haberse sustraído de la masa de las que combaten en favor de la España, están ahora ligadas por nuevos i solemnes compromisos a cooperar con las de aquel jeneral contra la independencia.

Desembarazado el jeneral Laserna de esta guerra interior, ha traído a su cuartel jeneral el ejército que mandaba el jeneral Valdés, i ha concentrado a las inmediaciones del Cuzco todas las fuerzas españolas que componían los ejércitos del Norte i Sur. La totalidad de estas fuerzas es de ocho mil hombres, sin contar el batallón que conducía del Callao a Quilca la escuadrilla española; i todos los preparativos anunciaban mui próxima una batalla jeneral.

El ejército combinado a las órdenes del Libertador de Colombia, despues de la brillante jornada de Junin, habia perseguido hasta al Apurimac al del jeneral Canterac, que se replegaba al Cuzco sobre el centro de sus operaciones. La formidable barrera del Apurimac interpuesta entre ámbos ejércitos solo va a presentar al Libertador otra ocasion mas de desplegar la sublimidad de su jénio militar. No es posible estacionar un ejército de once mil hombres en la infecunda provincia de Guamanga, i tan luego como le sea posible franquearse el paso de esterio buscará al enemigo para combatirlo.

La pericia, el valor, el entusiasmo i número de tropas aguerridas, i cuantos accidentes en la guerra son capaces de inspirar confianza en el resultado glorioso de una batalla, todos incontestablemente están colocados al lado del ejército del Libertador de Colombia, de modo que casi se puede asegurar, que ya no es problemática la independencia del Perú.

Pero esta victoria tan deseada, i por la que no debemos cesar de elevar nuestros votos al cielo, va a traer infaliblemente la guerra sobre Chile. Por completa que sea la derrota del ejército español en el Perú, hallándose a corta distancia de la costa, i teniendo en el puerto mas inmediato, que es Quilca, su escuadra que en fuerzas es bastante superior a la nuestra, proporcionará a los restos derrotados una retirada segura, i un asilo invulnerable, en la isla de Chiloé. Suponiendo que el enemigo perdiese tres cuartas partes de su ejército i que salvase otra cuarta, ésta nunca bajaría del número de dos mil hombres, al que se incorporaría también la guarnicion del Callao, i formarían una fuerza de tres mil.

La de Chiloé, fuerte de otras dos mil plazas, los recursos que presenta su pobre i numerosa milicia a jefes aguerridos i desesperados, la imposibilidad de dar por mucho tiempo subsistencia i entretenimiento a tanta tropa; la movilidad que les franquea la posesion del Pacífico, la inmediacion a nuestro territorio i el carácter emprendedor de aquellos jefes, me dan por resultado una espedicion fuerte sobre nuestras costas en una época no mui distante, especialmente habiendo dejado en dicha isla el navio Ana siete mil fusiles i un acopio considerable de toda clase de pertrechos militares.

El Ejecutivo no deduce esta invasion como un corolario de los antecedentes que espone, sin embargo que los considera demasiadamente suficientes para producirle. Avisos seguros de personas mui respetables, cuyo carácter no puede comprometer, le han indicado que este es el plan de los españoles i que mui probablemente a su retirada del Perú tentarian de dar un saco a Valparaíso. Por este motivo, el Ejecutivo se apresuró a montar aquella guarnicion en un pié de respetabilidad que la ponga a cubierto de esta empresa, i continúa trabajando en su seguridad.

El Soberano Congreso habrá conocido que hasta aquí solamente he bosquejado el cuadro de nuestra posicion por el lado que nos es altamente favorable, es decir, en la suposición de que el ejército de los españoles en el Perú sufra una derrota tan completa que pierda tres cuartas partes de su fuerza i que todo aquel vasto territorio libre e independiente se reúna a la causa americana. Mas, ¿cuál seria nuestra situacion si por un inesplicable capricho de la suerte (lo que Dios no permita) diese la victoria al ejército español i sufriese algún gran contraste el jeneral Bolívar? Deshecho el ejército combinado, posesionado el enemigo de todo el Perú i en aptitud de desplegar tranquilamente los inmensos recursos que le suministra el país, incorporadas ya a su escuadra las dos fragatas de guerra Perla i Aretuza, que recientemente habian salido de Cádiz para el Pacífico, i con un ejército fuerte i victorioso sin tener en que emplearle en el Perú; nuestros peligros i nuestra existencia comenzaban a tomar un carácter tan alarmante que en ninguna época de la revolucion se habria visto mas sériamente amenazada la independencia de Chile.

Con la ocupacion de este país no solamente se lisonjean los enemigos de conservar el Perú, sino también conquistar las otras secciones independientes, i la pluma se me cae de la mano al considerar la actitud en que estamos para resistir la tormenta que amaga sepultarnos en las mismas desgracias que lloró Chile en los años 14, 15 i 16.

Al Soberano Congreso es demasiadamente conocida nuestra situacion interior. Nunca Chile ha estado tan repleto de españoles como se ve en el dia; no solamente el crecido número de prisioneros de mar i tierra vive entre nosotros, sino que mas de setecientos fueron enviados del Perú en diversas ocasiones, sin incluir otros que voluntariamente se lian domiciliado en el país. Todos se hallan diseminados en nuestro territorio. En el mismo caso están los americanos que por su conocida adhesión a los españoles habian