Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo X (1824-1825).djvu/121

Esta página ha sido validada
121
SESION DE 11 DE DICIEMBRE DE 1824

Tenemos entre nuestros jóvenes talentos mui buenos i dispuestos para todo; pero, como no se les proporciona protección, no encontramos quién desempeñe ni los empleos mas fáciles i tenemos que emplear hombres de fuera. De aquí resulta la censura pública que se hace en otros Estados de la ineptitud para todo de los chilenos.

La publicacion del diario es otro de los puntos que se ha tocado. Yo me hago cargo en todo lo que se ha pronunciado. Hasta esto se ignora en el país, ya sea por la falta de ejercicio que hemos tenido en esto, o ya por la falta de prensas; pero no consiste en el modo de decirlo sino en lo que se dice. Cuando nosotros presentemos una lei con los motivos que tuvieron los diputados para establecerla, no solo sirvirá para que corrijan sus opiniones, sino tambien tendrán los pueblos noticia si sus representantes cumplen con sus deberes. A todo esto se sale con el inconveniente de que no hai imprentas. Señor, yo sé que en Chile se ha vendido una imprenta mui buena para remitirla a un país estranjero por no haber quien la compre aquí, ¿por qué no se invita al Gobierno para que la compre aunque sea empeñando sus respetos con el dueño de ella? Sin imprenta no se pueden difundirlas luces.

La fragata Fama, remitida por el Gobierno del Brasil, la tomó el Gobierno de Chile en 813, porque en esas circunstancias la necesitaba el Estado para su defensa. Con mucha mas razon debe comprar la imprenta que necesita tanto el país para que dictemos el decreto de que salgan los diarios con los dictámenes de los diputados i con el número de sufrajios que tuvo en favor i en contra una lei. Si no hacemos esto, creo que no saldremos del miserable estado en que estamos.

Habiéndose tratado sobre las dietas de los diputados, el señor Infante dijo:— Se ha tocado el punto de las dietas, que creo que es que, decidiéndose acerca de esto algún acuerdo, evitaremos muchos males. Las dietas de los diputados en todos los pueblos se pagan. Yo creo de que el pueblo mas pierde con no pagarla que si se diesen a los diputados. Este Congreso tiene que durar mas tiempo que el que se cree, i si no se dan dietas vendrá a dar el Congreso en una especie de laxitud, que quizá no se pueda hacer nada. Es un engaño querer tener funcionarios sin que se les recompense su trabajo. Yo bien veo que esto traerá un gravámen al Erario, pero no será mucho porque algunos diputados son rentados. No tendrán que percibir mas que una sola cosa. Si pagando el Gobierno estas dietas, aunque sean cuarenta o cincuenta mil pesos, se pueden remediar todos los inconvenientes que puedan ocurrir i compensar a los diputados que prestan sus servicios en el Congreso, ¿por qué no se hace? Me parece que los pueblos podrian recargarse mucho pagando dietas para los diputados, i por esto he creído mas conveniente que las pague el Erario.

El señor Presidente.— Los secretarios es preciso que trabajen como secretarios i como diputados, i por consiguiente es necesario que tengan una asignacion como diputados i secretarios; pero cuando el Congreso creia que estaban compensados con esas dietas, sin embargo de que son mayores sus trabajos, hemos visto de que no hai con qué pagarlas; pero siempre será preciso tratar de la dotacion de los oficiales, porque éstos necesitan mas que otros de su salario, i que seria inconexo el no tratar sobre esto.

El señor González.— Me parece, señor, que la asignacion de sueldos i la utilidad que deben reportar los taquígrafos merecen una discusion particular.

El señor Albano.— Diré mi opinion sobre los tres puntos que ha dicho el señor preopinante. Por lo que hace a los sueldos de secretarios i oficiales, parece esclusivo del señor Presidente para que la Sala no pierda el tiempo en esto i se ocupe en otras determinaciones; pero yo exijo que para la primera sesion se presente la minuta de los sueldos i de los sujetos que han de venir de ia secretaría.

Se leyó un oficio del Gobierno anunciando los peligros que amenazaban a Chile, cualquiera que sea la suerte de los enemigos en el Perú, i enterada la Sala se levantó la sesion.


ANEXOS

Núm. 110

Soberano Señor:

El Director Supremo de la República tiene la honra de acompañar al Soberano Congreso la adjunta comunicación que ha recibido del delegado de Melipilla, para que, impuesto de su contenido, tenga a bien resolver lo mas conveniente.

Con este motivo, el Director Supremo asegura nuevamente a la Representacion Nacional sus sentimientos de adhesion i respeto. —Santiago, Diciembre 10 de 1824.— Ramón Freire.— F. A. Pinto.— Al Soberano Congreso.


Núm. 111

Excmo. Señor:

Hoi a las siete de la noche se agolpó a las puertas de mi casa una porcion considerable de hombres, pidiendo que, por mi conducto, reclamase e hiciese presente la falta de representante en el Congreso Nacional, respecto deque la mayor parte de ellos no sufragaron, i los demás no tuvieron una voluntad libre para votar; de cuyo suceso he puesto oficio al Soberano Congreso suscribiéndolo todos los sujetos que se reunieron.