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CÁMARA DE DIPUTADOS

el año de 15, que salió a invadirla, ofreció con entusiasmo sus servicios a aquel Gobierno, como consta por el documento número 3 que acredita en el contexto.

Cuando se trató de la reconquista de Chile, solicitó del Gobierno de Buenos Aires pasar a incorporarse al ejército de Mendoza, lo acreditan los documentos números 4 i 5 i que el jeneral en jefe lo agregó en su clase a la vanguardia del ejército. Se derrotó al enemigo en Putaendo, se halló en la batalla de Chacabuco el 12 de Febrero de 1817 que dió la libertad al Estado el 13; fué de los primeros que entró a la capital con el jeneral Soler i haciendo de su segundo se conservó el órden hasta que entró el ejército.

En el mismo año de 1817 fué nombrado presidente del tribunal militar; el mismo año se recibió de jefe del Estado Mayor del ejército de los Andes i de Chile hasta Diciembre del mismo que se le mandó de gobernador al puerto de Valparaiso. Luego que se entregó del mando fué bloqueado el puerto por dos fragatas i dos bergantines de guerra, con toda la actividad posible cortó toda comunicación desde San Antonio hasta la Ligua, que sirvió tanto, salvando con estas máximas militares i políticas a aquel punto.

En la dispersion de Cancha Rayada, aunque en aquel puerto habian las peores noticias, tuvo órden de este Gobierno de mandar quinientos hombres que era la única fuerza, cuatro piezas de batir i el tren volante que hizo marchar inme diatamente a pesar de la sospecha que tenia en muchos de los habitantes; pero, con proclamas e iluminaciones, salvas i noticias halagüeñas, hizo paralizar los planes de los enemigos que observaban; contribuyó mui de cerca a la compra del Lautaro, cuyo buque salió a batir a la fragata Esmeralda i bergantín Pezuela que casi estuvieron en nuestras manos i levantaron el bloqueo tomando al bergantín San Miguelito bastante interesado, i en él a muchos prisioneros, i si no es por sus máximas en Valparaiso, hubiese sufrido aquel puerto sus contrastes.

En el mes de Agosto de 1818 pasó a esta capital a tomar el mando de jefe de Estado Mayor Jeneral, cuyo certificado del jeneral en jefe lo acredita en el documento número 7.

Fué nombrado en el año de 1826 intendente de la nueva provincia de Aconcagua, que renunció del cargo por las oscilaciones de San Felipe i acredita su desempeño el documento supremo al número 8. Así que llegó a Santiago se le nombró por el Gobierno jeneral de armas.

Ha sido agraciado con la medalla de oro por la accion de Chacabuco, i de mayor oficial de la I.ejion de Mérito, fundador de ella i del Gran Consejo.

En la representacion nacional ha funcionado en el Congreso los años de 23, 24 i 26; fué senador suplente electo por la asamblea de Concepcion en el año de 25; fué elejido por el Congreso el año actual para representar en la comision nacional.

Santiago, 1.° de Octubre de 1827. —Manuel Acosta, primer ayudante.

Informe del Inspector Jeneral:

Certifico qne la presente hoja de servicios está arreglada a los despachos orijinales i documentos que lo acreditan desde el número primero al siete i constan por notoriedad, presentados éstos por el jeneral de división don Francisco Calderon.

Santiago i Octubre 20 de 1827. —Manuel Blanco Encalada.

Notas: Valor, conocido; aplicación, bastante; capacidad, buena; conducta, buena; estado, casado; patriotismo, acreditado. —Blanco.

Domingo Frutos, coronel graduado de artillería i ayudante jeneral de la Inspección Jeneral del ejército, etc.

Certifico (de órden del señor Comandante Jeneral de las Armas) que la presente hoja de servicios es conforme a la que existe en el archivo de la oficina de la Inspección Jeneral.

Santiago, Junio 4 de 1832. —Domingo Frutos. —V.° B.°—Zenteno.



Núm. 429

Soberano Señor:

Juan Pablo Leal, respetuosamente, a Vuestra Soberanía espongo: que, según el espediente que acompaño, obtuve la gracia de mi retiro a inválidos, i despues consultando el mejor medio para mi subsistencia, solicité i conseguí ser acomodado en el resguardo de Valparaiso, sin que por esto hubiese perdido aquélla ni el carácter de militar retirado. Mis enfermedades, la imposibilidad en (pie quedé cuando me retiré del servicio i con la que aun arrastro una vida penosa, fruto de mis sacrificios por la Patria, me hicieron separarme del resguardo i con honradez, según consta del mismo espediente.

Como tal militar retirado, he ocurrido al Gobierno Supremo para que se me incorpore como debia ser, en el número de los de mi clase i poder subsistir con la pequeña pensión que me corresponde.

Pedido informe al comisario i dado con la mayor equivocacion, ha decretado el Supremo Gobierno no estar en sus atribuciones conceder gracias. No solicité la de que se me diese retiro, pues la obtuve como se ve de mi cédula i aun cuando la hubiese solicitado siempre habria ocurrido a autoridad competente conforme al artículo 83, parte II de nuestra Constitucion; pero, si S. E . no ha creido tener facultad i cuyo supremo decreto respeto, ocurro hoi a Vuestra Soberanía para que se sirva dispensarme la gracia de que continúe en el goce de mi cédula de inválido.