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SESION EN 5 DE SETIEMBRE DE 1845

los fondos necesarios, i el obispo se ha visto en la imposibilidad de realizar este útil pensamiento.

Mui pocos datos tiene el Gobierno acerca de los curatos de este obispado, ni cree poderlos tener cual conviene para tratar de dividirlos hasta que se haya hecho la visita de que he hablado.

Para varios templos de esta diócesis se han dado fondos, sobre todo para la Catedral. No obstante, no son en ella tan urjentemente reclamados como en la de Concepcion.

La planteacion de un Seminario separado del Instituto, como lo desea el obispo, por motivos que el Gobierno estima de peso, exije fondos de que al presente se carece. El obispo ha indicado últimamente al Gobierno la idea de destinar al sosten de este establecimiento parte de las entradas de la cofradía de Andacollo. Pocas inversiones mas útiles a la relijion pudieran darse a esas rentas, que emplearlas en formar maestros que la enseñen i que al mismo tiempo fomenten la piedad i suministren a los fieles los ausilios espirituales.

A principios de este año partió para Chiloé el reverendo obispo electo de Ancud, i desde esa época se hallaba gobernando su diócesis. En el corto tiempo trascurrido de entónces acá, varias son las medidas importantes que ha tomado. Ha visitado parte de su diócesis; ha dado detalladas instrucciones a los párrocos, relativas al desempeño de sus funciones; ha contribuido a la pronta terminacion de los planos de la Catedral, i ha dictado otras varias providencias consiguientes al establecimiento de un nuevo obispado.

El servicio de las parroquias ha llamado, como era debido, la preferente atencion de aquel prelado. Instruido de lo que exijen las circunstancias peculiares de aquellos puntos, ha elevado al Gobierno un auto de ereccion de parroquias i vice-parroquias que coincide con la division civil del territorio.

Cada cabecera de departamento, es al mismo tiempo residencia de un cura; i se erijen las correspondientes vice-parroquias en aquellos departamentos que por su poblacion i estension no pueden ser atendidas por un solo párroco.

Este arreglo al mismo tiempo que económico por cuanto el vice-párroco tendrá una asignacion algo menor que el párroco, se acomoda a la gran escasez de sacerdotes idóneos; porque las vice-parroquias podrán confiarse a jóvenes presbíteros que bajo la direccion del párroco vayan a hacer su aprendizaje en la cura de almas.

Al presente casi todos los párrocos de Chiloé gozan ciertas asignaciones fiscales con el título de capellanes, porque éste ha sido el único medio que ha encontrado el Gobierno para proveer a aquel obispado de los sacerdotes necesarios. La pobreza de aquellos habitantes no permite que se cuente con los emolumentos ordinarios de los párrocos.

Páganse éstos casi siempre en frutos, i para reducirlos a moneda es de necesidad remitirlos a los puntos mas importantes donde no producen ni la mitad de su valor nominal, cantidad que se disminuye con los costos de trasportes. Es, pues, urjente en este obispado, asignar renta a los curas.

A este objeto se dirije otra de las indicaciones hechas por el Reverendo Obispo de Ancud. El propone al Gobierno la asignacion de quinientos pesos anuales a cada párroco, i de trescientos a los vice-párrocos; i que las funciones del ministerio parroquial en lo relativo a los matrimonios, entierros i óleos sean enteramente gratuitos, salvo el derecho de pedir ciertas cuotas que el mismo Obispo indica, en los casos en que los interesados quisieren agregar al acto circunstancias que, sin tocar a su validez, le den mas pompa, o lo hagan mas ventajoso o cómodo para los mismos.

El obispo ha procedido en esta materia, en conformidad con las ideas emitidas por mi predecesor en la Memoria que presentó al Congreso en el año pasado.

La medida no exije sino moderadas erogaciones, porque, como he dicho, la mayor parte de los párrocos de Chiloé gozan al presente de la asignacion de trescientos cuarenta i ocho pesos i los de Valdivia gozan doscientos cincuenta de sínodos. Una suma como de cinco mil pesos bastaria para llevar a efecto un arreglo de indisputable necesidad, i que atendidas las circunstancias especiales del Obispado de Ancud, es allí de verdadera urjencia.

Lamentable es, segun el Obispo, el estado de los templos. Reparados con los derechos de fábrica, que como todos los otros parroquiales se han pagado en frutos, i que los derechos del ecónomo, i no pocas veces su infidelidad, i los gastos de recaudacion, conservacion i conversion en dinero, reducen a nada, no es de estrañar que se hallen arruinados o desprovistos de los paramentos necesarios al servicio del culto.

Sin la piedad que ha estimulado a aquellos habitantes a concurrir con su trabajo personal, i con los materiales a las reparaciones de alguna consideracion que se han hecho en los templos quizas no existirían. Siendo evidente la inutilidad de los derechos de fábrica, se suprimen junto con los demas del cura.

Para los gastos del culto el Obispo propone tambien la asignacion de cien pesos anuales a cada parroquia debiendo los párrocos invertirla, segun las instrucciones del Obispo, a quien darian anualmente cuenta documentada.

Por lo que toca a las reparaciones de los templos parroquiales, se autoriza i hace legal la práctica que ha habido i en virtud de la cual han concurrido los feligreses de los distritos o pueblos de la parroquia con su trabajo personal