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CÁMARA DE DIPUTADOS

sobre si son o no útiles o de necesidad los oficiales ausiliares; que creo que el Gobierno debe estar a lo que digan los jefes de las oficinas a este respecto; i que suprimiendo estos ausiliares, se van a crear dificultades que acaso retardarán el arreglo i espedicion en los negocios, lo que seria sumamente perjudicial; i que conviene de todos modos dejar en pié estos ausiliares por cuya supresion opina la Comision.

Se votó por esta partida, i resultó aprobada.

Se puso en discusion la tercera, i se aprobó.

Se leyó la partida cuarta que trata de los gastos del Departamento de Hacienda.

Se preguntó a la Sala si se suprimia la asignacion de 1/2 por ciento de sobresueldo que se da al oficial encargado de la compra o cambio de monedas.

El señor Palazuelos. — Yo para dar mi voto, señor, necesitaria saber si pesa o no alguna responsabilidad sobre el empleado que compra las monedas cercenadas o limadas en la Casa de Moneda: si tiene tal responsabilidad, mui justo me parece que se le dé esa gratificacion; pero si no la tiene, creo que no merece dicha gratificacion.

El señor Presidente. — Lo que hai, señores, sobre esta partida es lo siguiente: que cuando en abril del año próximo pasado se dictó un decreto por el Gobierno ordenando que se recibiesen en la Casa de Moneda, por su precio, las monedas limadas o cercenadas que allí se llevasen en cierta forma, representó el Superintendente de la Casa de Moneda las difíciles operaciones que eran necesarias para reconocer las monedas que se llevasen, tanto para averiguar la falta que tenian, como para verificar el cambio, etc., etc., i aun citó una lei de la Novísima Recopilacion en que se prevé este caso, i se dice que uno de los empleados de la casa, o de afuera, será encargado de las operaciones a que acabo de aludir i que si fuese de la misma casa, tenga por esto una gratificacion.

Hicieron fuerza al Gobierno las observaciones que el Superintendente de la Casa de Moneda hizo en aquella época, i en esta virtud decretó el módico sobresueldo del medio por ciento de las malas monedas que pasaran por la mano de este empleado. Sin duda el señor Diputado que acaba de hablar atribuye a este empleado otras operaciones en esta materia; sus deberes se reducen a examinar las monedas que se le presenten, pesarlas, i hacer los cálculos necesarios para saber la merma que tengan, i dar monedas buenas en lugar de las malas que recibe. Como ya este mal inmenso, señor, de que se cercenasen monedas parece que ha desaparecido, al ménos ha disminuido en gran parte, el trabajo de este empleado debe ser poco; bien que esta reflexion poco hace al caso, porque si tiene poco trabajo, poco ha de ser el premio tambien. Si el trabajo existe, es un trabajo estraordinario, un trabajo que se encarga a los que son de intelijencia, un trabajo que es bien penoso, delicado i de todo el dia casi.

He dicho lo que la Cámara acaba de oir, para que el señor Diputado que habló ántes tenga estos datos sobre la materia, i mediante ellos pueda formar su juicio.

Se conformó la Sala con las observaciones hechas por la Comision acerca de la glosa del cuarto pormenor que trata del sueldo del ensayador mayor i la relativa a la supresion del sueldo del capellan, quedando en lo demas la partida que antecede en su forma primitiva.

Se puso en discusion la partida quinta.

El señor Presidente. — El parecer de la Comision es que no se provean todas las plazas vacantes que hai en Valparaiso. No sé cómo la Cámara pueda dar su voto, porque me parece que bien poco e ilustrada estará sobre las vacantes que haya; al ménos, muchos, habrá que no lo sepan, como no lo sé yo.

El señor Pérez. - Señor, yo fuí llamado por la Comision mista para tratar de este mismo asunto. Muchos de los señores de la Comision querian suprimir la Alcaldía entera, i querian hacer otras supresiones. Yo confesé a los señores de la Comision mui francamente, que no conocia bastante bien la Aduana de Valparaiso que no conocia el tráfico que habia allí para poder decidir así; a exabrupto, si podia hacerse la supresion de la Alcaidía o de todos los demas empleos que allí se trataba de suprimir.

Por esto creí mas conveniente dejar las cosas en el estado en que se hallaban, i que los señores de la Comision debian confiar en que el Gobierno no nombraria mas empleados que aquellos que fuesen necesarios para el servicio de la Aduana i que era mui conveniente una visita jeneral en todas las Aduanas, porque estaba persuadido que habia necesidad de mejorar o de reformar algo en ellas. A esto parecia que los señores de la Comision estaban conformes i aunque la Comision misma recomendase este pensamiento. Así es que, una resolucion tal como la que ha tomado la Comision ahora hasta cierto punto me acojió mui de nuevo: yo no sé que los señores de la Comision hayan adquirido otros datos o qué motivo los indujo a proponer esta supresion.

En conclusion, señores, yo estaba en la intelijencia de que la Comision hubiese tomado una resolucion mui distinta a la que ahora aparece.

Quedó para 2.a discusion.

Habiéndose suspendido la discusion del Presupuesto, se pasó a discutir en particular el proyecto del Gobierno sobre establecimiento de una contribucion municipal en Copiapó.

El señor Palma. — Siendo este un impuesto que va a recaer en un lugar tan distante del que se está haciendo la lei, yo estoi en el caso de perplejidad, pues no sé si este impuesto será proporcionado; esto es, si aquel vecindario lo recibirá bien. Por esto, señor, desearia saber si