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CÁMARA DE DIPUTADOS

atencion del secretario; i dentro de poco espero que serán llenados estos objetos.

El despacho ordinario de la Comisaría Jeneral tomará cada dia mayor amplitud, i mas regularidad tambien.

Marina Mercante

Está ya reconocida como un principio en los paises marítimos que no puede haber marina de guerra donde no hai marina mercante; i fúndase esta doctrina principalmente, en que ningun gobierno es tan rico que pueda educar i formar todos los marineros que necesita para proveer constantemente su escuadra, debiendo ser costeado este primer elemento de la marina de guerra por el desarrollo natural del comercio i de la industria, es decir, por los capitales de toda la nacion.

Voi a comparar ahora el pié en que se halla la marina mercante de Chile con la fuerza naval que a mi juicio necesita.

La configuracion casi insular del territorio de la República, i los ejercicios de pesca i de lanchas a que se entregan los habitantes de las costas, han hecho exajerar talvez el número de marineros que hai en Chile. Los pescadores i lancheros distan mucho por su pericia i sus hábitos de lo que debe ser un marinero, i aun tienen para servir a bordo i alejarse de las costas la misma resistencia que los habitantes del interior.

El mejor modo, pues, de calcular el número de marineros nacionales, es por medio de los roles de los buques mercantes, i haciendo este cálculo con ciertas ampliaciones que creo justas, resulta hai en Chile de 700 a 800 marineros para tripular 120 buques mercantes. Pequeño parecerá este número si se considera cuantos marineros se han educado en nuestra escuadra sólo de diez años a esta parte; pero debe tenerse presente que las Repúblicas del norte nos arrebatan muchos marineros pagándoles mejor sueldo; i es de advertir tambien, que no pocos de ellos abandonan para siempre la vida del mar desde que han sufrido por algun tiempo sus fatigas.

Ahora pues, habiendo 700 marineros nacionales, ¿bastará este número para servir de base a la tripulacion de cinco buques de guerra? Es claro que sí; pues que en estos sólo se emplean 270 incluyendo las clases, segun lo demuestran los cuadros 3 i 4. De este modo práctico se contestan a los que creen que la República no puede fomentar su fuerza naval por carecer de marina mercante.

Debe tenerse presente, ademas, que el principio de que no puede haber marina de guerra donde no hai marina mercante, sufre en la práctica modificaciones considerables. Dígalo si no la Francia cuya actual marina de guerra, segun los cálculos mas acreditados, necesitaría de 60,000 hombres para estar bien tripulada, miéntras que su marina mercante sólo le da 24,000 marinos.

Léjos de ser una aplicacion jeneral ese principio, lo contrario puede observarse en países de una marina naciente, donde la que sostiene el gobierno sirve de fomento a la mercante, i favorece su desarrollo; no sólo por la seguridad i proteccion que le da, sino tambien porque crea elementos, que de otro modo no nacerían en el pais.

Un hecho práctico lo confirma en Chile; i es, que los pilotos hijos del pais que tiene la marina mercante, han sido formados en la escuadra. Si esta se hallase en un pié de órden i estricta disciplina, ¿quién duda que serviría de ejemplo a los buques mercantes, i aun les suministraría brazos útiles, planos de costas, observaciones científicas, i otros elementos, que la marina mercante por falta de medios no puede producir? Este es, pues, un motivo mas para fomentar la marina de guerra.

Voi a considerar ahora la marina mercante bajo otros aspectos.

A mas de ser una base de defensa por sus relaciones con la marina de guerra, ella es un ramo de industria, i un medio de comunicacion. Por estos caractéres que reviste, la protejen decididamente las leyes. Pero conviene averiguar cuáles son los frutos de esta proteccion.

Es preciso partir del principio que hai ciertos ramos de industria, o de servicio personal, que por mas que la lei los proteja para arraigarlos en el pais, se resisten a ello tenazmente, porque la base de toda industria es la ganacia, i cuando esta falta la lei se vuelve impotente. Hai tambien ramos de industria en que la competencia del estranjero debe vencer forzosamente a los nacionales.

Estas dos circunstancias tiene en contra la marina mercante en Chile. La construccion de buques, i su servicio personal, no son los negocios mas productivos en el pais, ni en ellos pueden competir los nacionales i los estranjeros que tienen mejores medios i mas necesidad tambien. Este es el motivo porque la marina mercante de Chile, como la de todas las repúblicas hispano-americanas, atrasadas en las artes i dueñas de un rico i despoblado territorio, se desarrolla lentamente.

Ei número de buques que toman el pabellon nacional desde que se dió la lei de navegacion, es de 12 a 20 por año, sin que se note una progresion fija, pues a veces se observa descenso. Este desarrollo anómalo, i que no obedece todavía a una lei jeneral, demuestra que aun no se ha establecido en el país una corriente mas ó ménos fuerte hácia las especulaciones marítimas. I esta corriente no la formarán las leyes por si solas, a no ser que se quisiese violentar la industria, i sacarla de su quicio, lo que no seria racional.