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CÁMARA DE DIPUTADOS

  1. Fierro régulo.
  2. Fierro forjado.
  3. Fierro acero.

Hasta ahora pocos años, las piezas de artillería eran de fierro colado, por cuya razon a mas de algunos defectos comunes con los de bronce, tenian el mui notable de reventar artillando.

Mas, este defecto no es inherente al fierro, sino a la clase de metal con que se fabricaban. En efecto, el fierro colado no es puro; en jeneral contiene azufre, arsénico, yodo, silicio, carbon, etc., i la química demuestra que el fierro pierde su tenacidad con la presencia de estos cuerpos estraños.

Los autores que han escrito sobre artillería, Grignon d'Arcy i nuestro clásico Moría, desde el siglo pasado, estaban acordes sobre la superioridad de las piezas de fierro. No conociendo entónces los medios de fundir el fierro con un grado de pureza bastante, quisieron por analojía con la construccion de los cañones de fusil, soldar grandes masas de fierro sólido para fabricar piezas de artillería. Mas ahora, es comun la industria de fundir el fierro, es decir, de purificarlo i se puede dar por resuelto el problema.

Las piezas de régulo o de fierro purificado reunirán las condiciones de duracion, de menor costo i mayor lijereza, porque el colado, al llegar a régulo aumenta su gravedad, es dócil, de difícil fundicion i no teniendo materias heterojéneas, en una proporcion sensible, viene a componerse de partes homojéneas, bien trabadas i capaces de resistir a los mas violentos esfuerzos de torsion, de tracción i de espansion.

Los defectos de las piezas de fierro son los mismos que los de las de bronce. La esperiencia, sin embargo, ha demostrado, en favor de los de fierro, que los ángulos interiores del fogon en los cañones i obuses i en la recámara de los morteros son ménos susceptibles de desgranarse. Tambien se nota que es mucho menor el aumento del diámetro del ánima, con cualquier clase de bala que se tire, sea ensalerada o suelta; asimismo en las piezas de fierro son apénas sensibles los asientos de bala que en las de bronce destruyen toda exactitud en las punterías. Por fin, el líquido destructor que produce la pólvora inflamada tiene ménos accion sobre el fierro que sobre el bronce.

Por otra parte, no cabe duda que en una pieza de fierro ha menester para su conservacion, mayor cuidado, porque se oxida con mas facilidad que la de bronce. Pero seria vergonzoso desechar una mejora por razon del cuidado que exije su servicio i conservacion. Lo volveremos a repetir, en ninguna parte, como a bordo, los cañones de fierro están espuestos a la oxidacion, i sin embargo, no hai en tierra piezas mas limpias i tersas que las de fierro de nuestra fragata Chile. Creo que no hai motivo razonable para que en tierra no se conserven en el mismo estado. De todo lo espuesto resultan ventajas a favor de las piezas de fierro, cuyo costo es de dos terceras partes ménos.

Una mejora llama a otra. Una innovacion incompleta ni conviene, ni es prudente, porque no resultando todas las ventajas que de ella se esperaban, cae luego en olvido, i lo que es peor, sus autores cargan con una responsabilidad injusta. Creemos, pues, que para hacer completa la mejora, es preciso tambien innovar en los montajes i hacerlos de fierro. Su duracion, i buen servicio dependen de un poco de cuidado. A mas, hai economía en adoptarlos. En la actualidad no existe una batería en estado de servir de un modo eficaz, porque desde la guerra de la Independencia no se han removido los montajes de madera. Su reposicion demanda costos considerables i estamos convencidos de que teniendo, por decirlo así, que crear el material de la artillería de nuestras costas i fronteras, la cureñas de fierro son económicas por su duracion. Pintada la artillería i las cureñas una vez al año, no hai temor de oxidacion.

Ahora, pues, para llevar a cabo este proyecto sin desembolso, para costear el armamento que proponemos, no hai mas que echar mano del capital improductivo que tenemos en piezas de bronce. Véndase toda la artillería de este metal de a 6, 8, 12, 16, 18 i 24 que exista en Chile i con su producto cómprense piezas de fierro de grueso calibre, 48 o 68 para las baterías de Valparaiso i Talcahuano; cureñas del mismo metal tanto para esta cuanto para las piezas de a 24 que pueden emplearse en los blockaus, sus terrazas i otras obras de los puertos de Valparaiso, Talcahuano, Valdivia i Chiloé. Para calcular el producto de la venta, seria preciso saber, a punto fijo, el número de cañones de bronce existentes; mas aun sin ese dato desde luego pueden tenerse presentes los siguientes apuntes:

Término medio
  1. Un cañon de a 68 de fierro pesa... 69 qtls.
  2. Un cañon de a 24 de bronce. 64 qtls.
  3. El quintal de fierro vale hecho cañon... 5 pesos
    En cureñas... 4 pesos
    En balas... 2 pesos.
  4. El quintal de bronce se venderá a 17 pesos
    De lo espuesto resulta que un cañon de a 48 de fierro, con 52 quintales valdrá... 260 pesos
    Uno de a 68 con 69 quintales valdrá... 345 pesos
    Uno de a 24 de bronce con 64 quintales se venderá... 1,088 pesos.

De consiguiente no parece aventurado decir que con el producto de una pieza de bronce a