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SESION EN 4 DE SETIEMBRE DE 1844

segun los intereses que los muevan. Es preciso, ante todo, conocer las formas que el comercio estranjero ha asumido entre nosotros. Los envíos de Europa a América se hacen por el intermediario de las casas estranjetas de consignacion establecidas en Valparaiso; el pacotillero i aun el comerciante en grande que condujese efectos a la plaza no podria competir con las ventajas que las casas de consignacion les llevan por sus relaciones i crédito en el pais, por sus conocimientos locales i su estabilidad, que les permiten aguardar las oportunidades para el mejor despacho de las mercaderías. Las casas de consignacion, que cobran el diez i medio por ciento, tienen, por tanto, el carácter intermediario de los Bancos entre los negociantes i fabricantes estranjeros i los comerciantes i consumidores del pais. Una casa de consignacion en Valparaiso, que no especula, que nunca es deudor, sino siempre acreedor, es un verdadero Banco que se ejercita en el cambio de mercaderías, en lugar de hacerlo en el de dinero efectivo. Pero de la confianza que inspiran resulta que son tambien Bancos; los únicos Bancos que hai en el pais para el descuento de letras de comercio, pagarées, rescate de piña i depósitos de sumas de dinero i efectos preciosos. Veamos cómo se realiza esto. Un minero llega a Copiapó conduciendo 80,000 pesos, por ejemplo, i con el fin de no tenerlos improductivos o asegurarlos, busca una casa de consignacion que al recibirlos afecta prestar un gran servicio ofreciendo pagar por tanto un mínimo interes, tal como el del ocho por ciento anual, miéntras que el corriente de plaza es el doce, el quince i aun el dieciocho. Todas las transacciones de los Bancos son efectuadas en Valparaiso por las casas de consignacion con grandes i esclusivos provechos suyos. ¿Qué estraño es, pues, que los estranjeros, que hacen hoi el monopolio de todas las transacciones de crédito, se alarmen con la creacion de un Banco Nacional que les dispute la participacion de esas ventajas que ellos esplotan hoi esclusivamente? ¿Qué estraño es que se dé órden a estas casas de Banco para que disminuyan las cantidades que tienen emitidas a interés o en descuento, en caso que se realice un Banco Nacional? Nada hai mas en su lugar. Los Bancos de descuentos privados, la usura ejercida con tan ruinosos efectos sobre toda la nacion, disminuirían con la formacion de un Banco Nacional i los capitales entrarían a vivificar la industria, en lugar de tiranizarla i oprimirla, como lo hacen hasta hoi. En una palabra, crear un Banco Nacional en Chile equivale a librar el crédito del monopolio de las casas de consignacion; i hacerlo ejercitar sus transacciones en una escala mas estensa, devolverlo, al individuo mas honrado, al capitalista mas acaudalado, al propietario mas garantido que conocemos, que es la nacion; esto es el conjunto del crédito, de la fortuna i de la probidad de todos, la mas segura garantía de un Banco. Con estos antecedentes no vituperamos que los estranjeros se alarmen con la creacion de un Banco, ni que amenacen con retirar sus capitales.

El comercio no retira capitales por capricho ni por castigos; los capitalistas afluyen adonde quiera que encuentran garantías, seguridades i provechos, i mal de su grado, los capitalistas estranjeros traerán los suyos a Chile, siempre que el pais ofrezca órden i proteccion a la propiedad. El interés del dinero es en Lóndres del 3 por ciento; en Francia del 3½; en Norte-América el 5 i el 6. En Chile es hoi el 12, el 18,etc. Si hai medio de bajar este interes, siempre convendrá a los estranjeros traer aquí sus capitales.

Pero es preciso notarlo, ningun chileno ha obtenido directamente capitales ingleses, todavía el crédito nacional no ha producido estas ventajas. Algunos capitales vienen a Valparaiso a las casas de consignaciones i desde allí fructifican.

Tenemos todavía comerciantes como los hongos de Canton, a quiénes pudiera comprárseles por algunos miles las ventajas del monopolio del comercio intermediario.

Es sin duda una grave cuestion la del arreglo de los Bancos, pero es tambien una mala lójica hablarnos de sus desventajas i exajerarnos sus inconvenientes sin decirnos nada de los bienes que producen. Si los Bancos traen males tan demostrados, ¿por qué no se destruyen los de Inglaterra, Francia i Estados Unidos? ¿Por qué Sir Roberto Peel i la lejislatura norte-americana han dictado recientemente disposiciones para regularizar su accion i obviar los inconvenientes que la esperiencia ha demostrado? I si en todos los paises es conveniente, no sólo un Banco Nacional, sino centenares de Bancos, ya provinciales, ya puramente de interes privado ¿por qué seria ruinoso establecer entre nosotros uno suficientemente garantido i basado en una sólida suma de fondos efectivos, limitándose tan sólo sus operaciones a aquella esfera que la esperiencia ha acreditado como lejítima i provechosa? ¿Los Bancos han causado los males que se dicen en Norte América? Pero ¿cómo es que aquel Estado es, no obstante los pretendidos quebrantos causados por los Bancos, el pais mas rico, mas floreciente i que ha realizado en caminos de hierro, puentes, canales i calzadas mas obras que la Inglaterra misma? Si el espíritu de empresa puede padecer sus estravíos, los Bancos no serán sin duda la causa que los orijine; pues, que la esperanza de obtener grandes provechos arrastra muchas veces a los especuladores a aventurar grandes capitales en empresas mal aconsejadas.

Pero aun en ese caso mismo, si los especuladores pierden, no siempre pierde la nacion. Si de Chile se hiciesen a la China grandes remesas de trigo, por ejemplo, i estas fuesen mal vendidas,