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SESION EN 21 DE AGOSTO DE 1844

para emplearlo cuando sea tiempo en la construccion de la iglesia. Si el dinero se ha dado o no,ya he dicho que no lo sé; pero si se ha dado yo creo que se ha hecho mui bien porque, ¿qué habia de hacer ese dinero en las arcas fiscales sin producir? ¿No seria mejor se le diese una ocupacion lucrativa? esos temores que se afectan sohre datos cuya verdad no se patentiza; esos temores que me parecen enteramente quiméricios. ¿Qué personas podrán ser esas? ¿i se cree al Gobierno tan débil, tan falto de recursos que no pueda hacer restituir una cantidad de dinero cuando llegue el caso de invertirla? Esto parece mas bien un pretesto para hacer una suposicion gratuita.

Señor, por incidencia se ha tocado un punto sobre el cual no puedo guardar silencio. Se ha dicho que el medio que tienen las Cámaras para llevar al Gobierno al buen camino, es negarle las partidas. Repetiré que no desconozco las ventajas de ese derecho; ¿pero por cualquier pretesto se amenaza al Gobierno con la negacion de los presupuestos? Basta decir: no me parece bien tal cosa i niego el presupuesto, para desaprobarlo, sin mas motivo. Parece que este derecho que tiene la Cámara, debe ejercerse de un modo prudente i racional, consultando los intereses del pais. Ahora pues, pésense los inconvenientes que resultarian de negar las partidas por esos temores que se hacen aparecer i cuya autenticidad no se puede garantizar. Esta cuestion, señor, me suministra graves reflexiones; entraria en ella con mucho gusto, pero veo que no es del caso de tomarla, se ha hablado de ella por incidencia i tambien por incidencia he respuesto.

En cuanto a que el señor Diputado habia pensado en hacer interpelacion i no ha querido hacerla, usa de su derecho en este caso; pero repito que estoi pronto a responder a toda interpelacion cualquiera que sea.

El señor Palazuelos. —Es abogado el señor Diputado que deja la palabra i debe saber que el que usa de su derecho no ofende i que cuando no se ofende no hai mérito para sentirse, i el discurso que acaba de pronunciarse es algo mas que justo, porque se me ha dicho que mis temores son vanos, afectados... vanidad... afeccion... actos de justicia del señor Ministro. Creo que como hombre, que como ciudadano, que como individuo de este cuerpo, como Diputado nacional, nunca he desmentido el carácter de un hombre honrado; i creo que no es esta una mera proposicion; apelo al juicio de mi país, i en lugar de las personas que hacen por negarme esa justicia, yo no quisiera disputarla: en lugar de ellas no me espondria al paralelo; no, me guardaria de esponerme a un paralelo. Mi vida pública responde a esta asercion; basta, he dicho lo bastante, tengo demasiado orgullo, cuando considero lo que me debo a mí mismo i lo que por mi pais he hecho debo despreciar esa asercion, cuando en este asiento reconozco a la Nacion nó a mí mismo.

El señor Presidente. —Se está discutiendo la partida con la indicacion.

El señor Palazuelos. —Voi allá, señor.

Yo no he querido acriminar al Gobierno ahora, ni jamas el Diputado que habla no acrimina a nadie, dice la verdad. Cuando yo he dicho que la Constitucion deja el derecho a la Cámara de negar al Gobierno las cantidades que pide para el gasto de la iglesia Catedral de Concepcion, me he fundado en un hecho tal como ha llegado a mis oídos; i si la noticia es tal, no puede imputársele en la forma que se ha hecho. Si no fuese cierta ¿cómo el señor Ministro no la sabe? pues pide tiempo para responder a la interpelacion. No creo que la Cámara dejará de hallar mui justo el motivo que me obliga a suspender mi voto, porque si como se dice, el dinero sirve pata fomentar la industria de particulares estoi mui distante de creer que con otras cantidades el Gobierno diese con el mismo objeto, llenaria las necesidades de ese objeto, sino que no satisfaria en lo menor esa necesidad, i esto podria probarlo mui bien, señor.

Que se dé a intereses estas sumas con el pretexto de favorecer la industria de Concepcion; yo digo que la provincia de Concepcion no se haya en el caso de recibir estas protecciones, i ménos en la forma en que se le proteje. La provincia de Concepcion está principalmente trabajada por las pasiones i desgracias de que ha sido víctima, pasiones i desgracias de que seria necesario purgarla. ¿I qué hombres son esos a quienes se ha entregado este dinero, para decir que ha sido para fomentar la industria? ¿quiénes son esos hombres? no lo sé, i si no lo sé, creo que es un verdadero gravámen para la Nacion, como lo es, la pérdida de los intereses del dinero que tiene durmiendo en arcas ¿quién no reconoce la verdad de esta proposicion?

Si es que el Gobierno ha obrado bien i con consecuencia entregando a los industriosos ese dinero para favorecer su industria ¿por qué no hace lo mismo con los fondos nacionales? Yo he suspendido con razón mi voto, no por infundados temores, estos son insultos muí gratuitos; no se me pueden hacer a mí, i ménos en este lugar. Yo no miento jamás, i el hombre que me lo dice... ¡Ah, señor! debe tenerse los calzones. He dicho. (Risas).

El señor Ministro de Justicia. —Dije que no sabia si los capitales de que se ha hablado estaban dados a interes, i espuse que en caso que lo estuviesen me parecía que se les habia dado un empleo útil, lo mismo que se habia hecho con otros capitales pertenecientes a Concepcion destinados a varias obras útiles. Sin tenerse un conocimiento del empleo que se les ha dado, se dice que el Gabierno tos ha empleado en fomentar disipaciones en la provincia de Concepcion.