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SESION EN 25 DE AGOSTO DE 1843

incesante trabajo. I pensar que las publicaciones a que me estoi refiriendo pueden costearse con solo el ausilio de algunos centenares de suscritores, es a mi juicio una mera ilusion. Se ha aludido a periódicos que se han publicado sin ayuda del gobierno; pero ¿cuál ha sido su duracion?... La misma puede asegurarse a cuantos se den así a la luz en adelante. No subsista la proteccion que tan ardientemente se combate i retrogradaremos a la oscuridad, al triste silencio de la época colonial.

He asentado que esa necesaria proteccion, era asi mismo conveniente en un aspecto al que voi ahora a llamar la atencion de la Cámara. Se ha titulado la prensa un nuevo poder mas fuerte quizá que todos los otros, i se ha reconocido que podía tener una importancia peligrosa. Pues bien, de esto mismo deduzco yo la conveniencia de que un gobierno bien intencionado, concurra, por esplicarme así, a dar direccion a ese poder, protejiendo la publicidad de los buenos principios, de las sanas ideas, de lo que interesa, en suma, a la ventura de los gobernados, i negando su cooperacion cuando se trate de difundir pensamientos que tiendan a subvertir el órden público, a ajar las máximas de la moral, o llevando mas adelante el estravío, a ofender la causa misma de la divinidad. Una máquina poderosa es la prensa ¿i será prudente entregar su manejo a solo las manos inespertas que según el señor Diputado a quien contesto, se han apoderado hoi de ella?

Cuando se ataca la partida del presupuesto en que el gobierno pide $ 16,000 para la impresion del periódico oficial i para continuar fomentando la publicacion de otros, ¿se ha considerado bien cuán pobre, cuán miserable es el apoyo que puede prestarles con tan reducida cantidad? Trece periódicos se dan a luz actualmente en Chile i el Gobierno costea o contribuye a costear la impresion de una mínima parte de ellos, i en esto invierte doce mil i tantos pesos; de consiguiente, queda reducido a poco mas de $ 3,000 lo que, aprobándose dicha partida, se podría aplicar en el año entrante a la suscricion de los demas papeles que ya ven periódicamente la luz pública o que entonces tengamos, según su mérito. ¿I es esto mucho? Para calcularlo, atiéndase a que la simple impresion de un número de El Araucano en cada semana, importa anualmente pagada, como se paga con economía, $ 2,258 7 reales i que en el mismo tiempo importaría, si aquel periódico fuese diario $ 155.45 reales, es decir, casi la totalidad de la suma que primero fijé.

En el discurso que me ocupo en contestar se ha esforzado el raciocinio para anular esta, i sin embargo se ha dicho también que debian procurarse que hubiese al ménos un periódico en cada provincia, en cada departamento.

Tal idea por justa i exacta que ella sea, no es en sentido alguno realizable al presente. ¿Y se seguirá de aquí que a causa de que no pueden haber hoi cincuenta o mas publicaciones periódicas en nuestros pueblos, no debe haber en ellos ninguna? ¿Se seguirá que cuando no se puede conseguir los bienes todos a que se aspira, se han de despreciar los que es dable alcanzar?

Se ha diciio o dado a entender que el Gobierno, por medio de la suscricion a ios diarios, los hará servir a sus miras.

Este argumento no será de peso miéntras no se ponga de manifestó que tales miras están en oposicion con los intereses bien estendidos de la República. Mas ¿qué es lo que el Gobierno exije de los editores de los diarios que concurre a protejer? No les exije alabanzas, señor, no una deferencia ciega a sus actos ni siquiera que se abstengan de censurar sus providencias: quiere solamente que en la censura haya decencia, templanza, que se emplee en ella el lenguaje de la intencion no dañada; i lo quiere, no en los intereses del mismo Gobierno, sino en los del decoro nacional, en los de la moral i la cultura; no teme los ataques que se le hagan por la prensa si son justos, advertirán, revelarán cuando mas un error: si no lo son, presentarán ta oportunidad de dar las convenientes esplicaciones, de desarrollar ideas mal comprendidas, i de suministrar datos para que se juzgue con acierto.

Si se me pidiese una prueba de todo esto, respondería que ella estaba consignada en muchas pájinas de los mismos periódicos a que el Gobierno, dispensa en el dia su proteccion.

Algunas reflexiones mas se han hecho contrala partida puesta en discusion, pero carecen tambien de base sólida: son únicamente injeniosa e deducciones de los abusos que pueden hacer de la prensa ¿De qué no se puede abusar? Abrase la historia del universo i se verá que no ha habido jamas creencia, invento, o saludable institucion de que no se haya abusado.

Si tuvieran fuerzas los argumentos deducidos de la posibilidad de abusar, se deberían hacer cerrar las casas en que se encuentran remedios para los males físicos de los seres humanos, porque en ellas se administran también mortíferos venenos; se deberia encender nuevas hogueras para arrojar los frutos del trabajo de los sabios, porque las tareas de estos han dañado mas de una vez a sociedades enteras; se debería... ¿Pero adónde iríamos a para? Nada hai, señor, nada hai de que no se pueda hacer abuso.

El mismo incienso, al decir de un poeta, tiene perfume i ceniza.

Aprecio debidamente la buena intencion del señor Diputado preopinante: i entiendo que si quisiese aplicar sus distinguidos talentos a analizar las razones que acabo de esponer, dejaría de oponerse a una protección que me parece haber patentizado que es en alta manera conveniente i aun necesaria.

Se levantó la sesion.