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CÁMARA DE DIPUTADOS

que, manifestando lo escaso de la dotacion de algunos empleados de las provincias, somete a la aprobacion de la Cámara un proyecto de lei en que se señala el sueldo que deben gozar algunos Gobernadores, Intendentes, Secretarios de éstos i oficiales de Secretaría.

Se dió cuenta de un oficio pasado por el Presidente del Senado en que éste comunica haberse sancionado con una lijera modificacion i una agregacion, el proyecto de lei sobre pesos i medidas.

Se leyeron cuatro informes i en seguida continuó la discusion del presupuesto del Ministerio del Interior i Relaciones Esteriores.

Se discutió por se gunda vez la partida 6.ª en que tomaron la palabra los mismos señores que en la sesion anterior, i ademas el señor Toro que fué mas o ménos de la misma opinion que el señor Cerda; esto es, que en lugar de mantener un Ministro Plenipotenciario en el Perú, bastaba un Encargado de Negocios; i como en la discusion no se hizo mas que insistir en las razones que se alegaron en la sesion anterior, razones de que nuestros lectores ya se han hecho cargo, omitimos reproducirlas. Se votó esta partida i fué aprobada con ocho votos por la negativa.

Se leyó la 7.ª

El señor Cerda pidió que entre esta partida i la anterior se intercalase otra para una legacion en Buenos Aires $ 5,500. Fundó la necesidad de esta legacion en los perjuicios que habian reportado Chile i principalmente algunas de sus provincias por la cesacion de las comunicaciones con las provincias arjentinas; puso algunos ejemplos de familias que habían perecido por esta causa; dijo que el decreto se habia propuesto hacer cesar las tropelías que se cometían en la otra banda i particularmente en Mendoza, i que no habia conseguido su fin; pues, que esas tropelías eran mayores despues de la promulgacion del decreto; i concluyó diciendo que a nosotros nos tocaba solicitar la reconciliacion por los conflictos en que se encuentra aquella Nacion, i que el medio mas conveniente era enviar una legacion.

El señer Renjifo (don Ramon) empezó su discurso oponiéndose a estas adiciones, alegando que de este modo se aprobarian leyes sin seguir los trámites que exije el reglamento, que este método ofrecia muchos inconvenientes i aun era pernicioso por los abusos que podian cometerse. Contrayéndose a la necesidad i a las ventajas de la legacion, preguntó si se creia que iban a cesar las tropelías i persecuciones enviando una legacion a Buenos Aires; recordó el largo catálogo de infracciones i abusos que se habian cometido en aquella nacion, cuando habia ahi un ájente diplomático i concluyó diciendo que este era un asunto de grave importancia para que la Cámara lo decidiese sin pensarlo bien, sin meditar las consecuencias de tal medida, i finalmente, que si el señor Diputado preopinante, deseaba llevar adelante su indicacion, la ledactase i la sometiese a la discusion de la Cámara, pues de otro modo esta no podria aprobarla.

El señor Cerda contestando a lo primero, dijo, que el principio que se habia sentado era cierto, pero no tenia la elasticidad que quería dársele, pues si se le daba mucha latitud, la Cámara no podria hacer otra cosa que prestar su aprobacion a todas las partidas i proyectos que: se le presentasen; porque habria temor de que se aprobase una lei sin seguir los trámites del reglamento. Si la indicacion fuera inconexa, en hora buena, pero cuando no es mas que la adicion de una paitida que hace falta, que la requieren las necesidades e intereses del pais, entonces no hai razon para aplicar el principio.

Concluyó pidiendo que so votase si se admitía o nó la indicacion, dijo que su conciencia le ordenaba hacerla, pues era Diputado por una provincia, que se perjudicaba mucho con esta falta de comunicacion.

El señor Irarrázaval espuso que el gobierno no podria mirar con indiferencia el estado de nuestras relaciones con las provincias arjentinas, pero que sin embargo manifestaría las razones que a su juicio habian para adoptar la medida propuesta por el señor Diputado preopinante. En primer lugar que luego que se dictó el decreto en el año pasado por el que se suspendieron nuestras relaciones con la República Arjentina, el gobierno de Chile ofició al de Buenos Aires, manifestándole las causas tan poderosas que habia tenido para adoptar una medida semejante, i que despues de un año que va trascuriido, no se ha dado contestacion alguna, que últimamente se ha dirijido otra comunicacion cuya respuesta no se puede tener tan luego, i es de opinion que se espere esta contestacion. Dijo que el pedir la reconciliacion convenia mas bien al ofensor que al agraviado, i que así seria mucho mejor reservar la indicacion propuesta para cuando tuviésemos constestacion a la última correspondencia.

Concluyó esponiendo que los males que sufría Chile con la interrupcion de las relaciones, no eran lan graves, que cuando existían aduanas en el tránsito de Buenos Aires eran mayores los gastos que se hacian en esas aduanas que las entradas que se percibían, i finalmente, que no es la ocasion oportuna de ocuparnos de esta materia; que esperemos un poco mas i entonces podemos tratarla con provecho.

El señor Cerda se convino: pero dijo que figurase esia partida en el presupuesto para el caso de que hubiese necesidad de esta legacion.

El señor Renjifo espuso que el ejue figurase esta partida en el presupuesto podía mas bien perjudicar la indicacion que favorecerla.

El señor Cerda opinó que se agregase a la de gastos estraordinarios.

Se aprobó la partida como está en el presupuesto i se suspendió la sesion.

A segunda hora se dió cuenta de una solicitud