Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXVIII (1840).djvu/15

Esta página ha sido validada
9
SESION DE 9 DE ABRIL DE 1840

una carta preguntándole cómo se hallaban aquí los ánimos, pues allá se hallaban dispuestos a agarrar a bala a los empleados del Gobierno, cuya carta la contestó el confesante en los términos que le dijo don Diego Benavente: a saber que aquí estaban lo mismo, i que contasen con la gran sociedad i añadía Cuevas por mi parte estoi trabajando cuanto no puede trabajar hombre para sucumbir a los tiranos. Al confesante le dijeron Barra, Benavente i otros que en Valparaíso había diez sociedades, de las cuales nueve estaban subordinadas a la de don Manuel Cifuentes, i el esponente empaquetó cien ejemplares de las cartas patrióticas en casa de don José Bernardo Toro, haciendo diez paquetes para las sociedades de Valparaíso. Don Rafael Naranjo llevó tamlpien para Coquimbo algunos ejemplares que le dió don Bernardo. Dicho Naranjo i Amenábar vinieron a esta ciudad, comisionados por la sociedad de Coquimbo, con el solo objeto de llevar papeles i tomar instrucciones de la sociedad de aquí. Todo lo dicho le consta al confesante por habérselo oido a don Diego Benavente i a las personas de que ha hablado. Antes de concluir buscó i halló entre sus papeles la copia adjunta de la carta de don Ramon Barra escrita a don Bernardo Toro. Gregorio Elgueta en cuya fonda se reúnen algunos sarjentos tenía las calificaciones de los cuatro artistas o artesanos a que se refiere el papelito de f..., estaba reuniendo mas votos, se hallaba dispuesto a marchar al sur en caso de perderse las votaciones con el objeto de llevar comunicaciones de Benavente o con el que se le ocupase, pues estaba pronto a servir i decía que llevando una carga de mercería podría pasar con este pretesto por todas partes sin ser pillado; con el confesante se mandó ofrecer varias veces. Por último ha oído decir repetidas veces a don Diego Benavente si perdemos las votaciones daremos en la cabeza a esos malvados que no se están defendiendo con otra cosa que dando manotadas de ahogado.

Se le hizo cargo que por qué no había dicho ántes todo esto. Respondió que porque solo se le han hecho preguntas í cargos sobre el asesinato del jeneral Búlnes en que no ha tenido la menor parte, siendo la verdad cuanto ha espuesto a este respecto, pues si así no fuera, lo confesaría todo ahora; i que por qué don Diego Benavente ha dicho que tiene espionaje en todos los ministerios i juzgados i que sabe cuantos pasos se dan. Leída que le fué esta dilijencia se afirmó i ratificó en ella i la firmó con el señor juez de que doi fé. —Hai una rúbrica, del señor juez. —José Manuel Bazan. —Ante mí. —Araos.

Concuerda con el orijinal que está en la causa que sobre la materia se sigue por la escribanía del escribano Fuentes. De órden del señor juez del crimen doi la presente copia. Santiago, Abril seis de mil ochocientos cuarenta años. —Jerónimo Araos. —Escribano Público.



En el mismo día mes i año el señor juez hizo comparecer ante sí i escribano infrascrito a José Oregario Silva el que prometió decir verdad acerca de cuanto supiese i le fuese preguntado.

Cómo se llama,de dónde es natural, qué estado, edad,ejercicio tiene i si sabe la causa de su prision. Respondió llamarse como arríbase espresa, natural de Buenos Aires, no sabe su edad,pero tendrá mas de treinta años, cocinero, casado i que no sabe la causa de su prisión i se halla inocente.

Se le hizo cargo como decía esto cuando resultaba del proceso que el confesante el dia once del corriente entre las ocho i nueve de la mañana dijo a don Agustín Riesco que iba a buscar a don Diego José Benavente para avisarle que iban a tomarlo preso lo mismo que a don José Miguel Infante i al autor del Diablo Político: que a la hora del dia citado solo la autoridad tenía conocimiento o noticia de lo ocurrido acerca del denuncio del asesinato del jeneral Búlnes, i que así el confesante o es sabedor o tiene parte en los hechos porque se ha formado este sumario. Respondió que despues del jurado no se acuerda bien si al dia siguiente o al otro dia pasaba el declarante por la plaza de Abastos, i le llamó don Estéban Cuevas un poco despues de las siete de la mañana, i le encargó que fuese a la casa de don Diego Benavente i le dijese a su nombre, esto es de Cuevas, que habían tomado preso a Bazan con onzas i comprando calificaciones, i que él no iba personalmente a decírselo porque estaba enfermo. El confesante en cumplimiento del encargo fué a la casa de don Diego Benavente i no habiéndolo encontrado en ella se volvió a ver a Cuevas. Este le dió entónces dos reales i le encargó que llevase el mismo recado al dueño de la imprenta de Colocolo diciéndole que el dueño de la imprenta era el Diablo Político. El confesante fué a la imprenta i dió el recado a un señor alto que allí había quién le aseguró que él era lo mismo que el dueño de la imprenta. El esponente luego que recibió el recado de Cuevas como obraba con inocencia no se lo ocultó a nadie sino que se lo dijo a don Agustín Riesco, a don Ramon Osandon, a don Domingo Santiago Godoi etc., diciéndoles que Cuevas le mandaba.

Se le volvió hacer cargo que a don Agustín Riesco no le ha dicho lo que ha espuesto en su respuesta, i que fué o anduvo haciendo dilijencias de ir a la chacra de don Diego Benavente. Respondió que nada de esto era cierto.

—¿Cuántas veces ha estado preso? Respondió que nunca habia estado preso ántes de ahora. En este estado el señor juez mandó suspender la confesion para continuarla despues si lo hallaba conveniente i leída que le fué al reo se ratificó en ella. No la firmó porque dijo no saber i lo hizo el señor juez de que doi fé. —Hai una rúbrica del señor juez. —Ante mí. —Silva.

Concuerda con la confesion orijinal que se espresa la que está en la causa que corre por el oficio del escribano Fuentes.