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SESION EN 27 DE SETIEMBRE DE 1833

i al que correspondió con el panfleto titulado Cuadro Histórico i con otros muchos inmundos papeles.

"Sorprende i rinde la vanguardia en Linares, lo persigue, lo hostiga en San Cárlos, i corta i deshace la caballería."

Después del ensayo de Yerbas Buenas estos son los primeros pequeños combates de la historia de nuestras campañas en la guerra de la Independencia, i a los que había un estudio en dar el nombre de grandes batallas. En esas jornadas el coronel don Luis Carrera era el comandante de vanguardia de nuestra division o llámese Ejército. Si O'Higgins hizo algo, sería en el simple oficio de guerrillero, como los demás de su clase, incluso el salteador catalan Molina. Los partes i exajerados elojios de aquel tiempo nada suponen. Su objeto solo era alentar el espíritu público de los nuestros, e imponer al enemigo con nuestras ponderadas hazañas; i si el nombre de O'Higgins resonaba en ellas, era debido solo a la jenerosa bondad del Jeneral Carrera: bondad que, por lo que se ha visto después, era mas necia que la mia, pués ha sido la causa principal de su cruel esterminio i de la difamacion con que se ha querido ennegrecer su ilustre nombre. Semejantes hechos, si sucediesen en el dia, hasta el mas comun capitan tendría vergüenza de que se pusiesen como hazañas en su hoja de servicios.

"Con nueve veteranos, diez i nueve de milicia, seis oficiales, un pito i un tambor avanza temerario pero feliz sobre la plaza de tos Anjeles, entra al fuerte con sable en mano, i heridos de espanto quedan prisioneros el comandante, una compañía de artillería, 10 dragones, un batallon de milicias i se hace dueño del copioso parque".

Empresa, si fué cierta, de guerrillero miliciano, oficial de caballería de un pueblo subalterno de la provincia de Concepcion, i en la que, haciéndole mucho favor, tendría tanta parte como cada uno de los nueve veteranos, de los diez i nueve milicianos, de los seis oficiales, de un pito i de un tambor; sin que por eso ninguno de éstos, que yo sepa, se haya atrevido a presentarse en concurso al Mando Supremo de la República, ni mucho menos pretendido asaltarlo por los mas infames medios para oprimir el país, como el déspota mas dejenerado.

"Vuela al sitio de Chillan i se le admira en el Tejar, Lajuelas i Maipon. Vence en Guiquilemu, Gomero i Quilacoya, en el Roble, en Quito i Membrillar."

No hai casa para tanta jente, habría dicho tambien el posadero francés, al oir esta fanfarrona relacion. ¿Qué decantadas acciones o combates fueron esos que hasta el año 23 merecieron nombrarse con tanta pompa? Segun recuerdo de cuanto se dijo en aquel tiempo, solo lo del Membrillar mereció alguna consideracion; i el que, por lo que me parece, se llevó las glorias fué el Jeneral Las Heras, que entonces era sarjento mayor de dos o tres compañías, que bajo el nombre de division ausiliar habían ido de las provincias arjentinas; creo haber oido que él, a bayoneta calada, contuvo el grueso del Ejército enemigo, i le aterró con los demás bravos soldados chilenos que le acompañaron. ¿Qué grandes victorias fueron esas que, sin embaigo de ellas, de pueblo en pueblo, iba el enemigo ocupando todos los dias la mayor parte de la República, desde que O'Higgins tomó el mando de Jeneral en Jefe, hasta que la acabó de perder completamente por su alevosa traicion llamada capitulacion i por su infame agresion en el llano de Maipú, con mengua del honor i buena reputacion nacionales, adquiridos hasta entonces a costa de los mayores sacrificios?

Esos son los bienes i esa es la libertad que Chile debe a ese pérfido matador alevoso, oprobio de la especie humana, después que, a los ocho o nueve meses de haber principiado a servir de oficial de milicias de caballería, en el destino de guerrillero, se le nombró Jeneral en Jefe del Ejército con el grado de brigadier, brinco estraordinario que no ha tenido ni tendrá ejemplo en la ilustre profesion militar, i que debió principalmente a las instancias e influencia de Carrera, para que le hiciese morir a él i a sus hermanos en un afrentoso suplicio.

"El paso intrépido del Maule abatió al enemigo."

Nada ha tenido de intrépido ese paso. El no fué mas que una fuga vergonzosa. Todos saben que se consiguió por la astucia i actividad de los paisanos, entre quienes, segun se dijo, se distinguió don Bartolomé Araos, que proporcionó víveres al Ejército, cuando ya no tenía absolutamente que comer por la impericia, neglijencia i cobardía de su Jefe i Capitan Jeneral. Al arbitrio de unas grandes fogatas que se encendieron se debió el engañar al enemigo que, por ese motivo, con la oscuridad de la noche no atinó por donde se verificaba el paso. ¡Paso intrépido! Famosa intrepidez que dejó en poder del enemigo las dos provincias de Concepcion i Maule, sin mas motivo que una asquerosa pusilanimidad. Nuestras tropas, con el valor que siempre les ha distinguido, habrían hecho prodijios-i obligado por ese medio al enemigo a abandonar Talca, donde no tenía fuerza suficiente para obrar hostilmente. ¡ Paso intrépido! al que tambien contribuyó el ausilio que fué de la capital.

"I las jornadas en Tres Montes, Rio Claro i Quechereguas, lo arrojaron de esta provincia a la sombra de una capitulacion."

A la publicidad de una descarada traicion habría dicho bien í con verdad. ¡Célebres jornadas después de las que se concedió al enemigo cuanto pretendió o podía pretender, por una espresa rendicion llamada sombra de capitulacion.

"Nada le quedó por hacer en Rancagua."

Solo le faltó hincarse de rodillas i rendir las armas al enemigo. El Gobierno de aquel tiempo