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CONGRESO CONSTITUYENTE

ACTA

Se abrió con los señores Albano, Argüelles, Argomedo, Araos, Barros, Campino, Castillo, Collao, Elizalde, Fernandez, Gormaz, Guerrero, Larrain, Lira, Marin, Molina, Muñoz, Orihuela, Orjera, Pradel, Palacios, Prado, Prieto, Reyes, Recabárren, Sotomayor, Vicuña i Valdes.

Faltaron los señores Concha i Vial del Rio por enfermos.

Se aprobó el acta.

Se dió cuenta de una nota del Gobierno en la que acompaña el recibo del señor Magallanes de la resolución de la Sala sobre su persona: se mandó agregar a los antecedentes.

Despues, del dictámen de la Comision encargada de la inspección del diseño del sello que se habia presentado.

Se discutió lijeramente i se aprobó.

Se pusieron en discusión los artículos 3.º i 4.º del proyecto de Constitución, que dicen: "Su relijion es la Católica, Apostólica, Romana, con esclusion de cualquiera otra en el ejercicio público. 4.º Nadie será perseguido ni molestado por sus opiniones privadas." No se resolvió en primera hora.

En segunda se dió cuenta del dictámen de la Comision que conoce de la acusación del señor Pradel, leyéndose las providencias que habia dictado para que las pusiese en la forma de estilo, i las cuales habian sido insuficientes. Se puso en tabla para la sesión siguiente.

Continuó la discusión de los artículos ántes copiados. Discutidos suficientemente, se votaron i resultaron aprobados.

El señor Larrain salvó su voto respecto del tercero. El señor Argomedo, respecto del 4.º por creer debia suprimirse.

Se siguió, en consecuencia, la discusión sobre el artículo 5.º, que dice: "Son chilenos naturales todos los nacidos en el territorio de la República." Declarado suficientemente discutido, se votó i resultó aprobado.

Continuó la parte primera del artículo 6.º, que dice: "Son chilenos legales: i.°, los hijos de padre o madre chilenos, nacidos fuera del territorio de la República, en el acto de avecindarse en ella."

Se aprobó también en los mismos términos en que se halla redactado.

Siendo la hora avanzada se levantó la sesión, señalándose que para la siguiente se considerarían los asuntos puestos en tabla. —Vicuña.


ANEXOS

Núm. 100

El Vice-Presidente de la República tiene el honor de elevar al Congreso Nacional el adjunto recibo del Diputado don Manuel Magallanes, en cumplimiento de lo dispuesto por la Sala. El ice-Presidente ofrece al Congreso los sentimientos de su mas alta consideración. —Santiago, Junio 12 de 1828. —F. A Pinto. Carlos Rodríguez. —Al Congreso Nacional.


Núm. 101

A las diez i media de la noche de este dia he recibido una nota del señor Ministro del Interior en que me trascribe la resolución del Congreso dirijida a que en el término de cuatro dias me presente al punto en que actualmente tiene sus sesiones, i para constancia firmo el presente en Santiago, Junio 11 de 1828. Manuel Magallanes.


Núm. 102

Manifiesto del cuidadano Manuel Magallanes, Diputado del actual Congreso[1]

Conciudadanos:

En medio de la mas encarnizada persecución con que me oprime el formidable poder de mis declarados enemigos, cuando veo que al prepararse para descargar sobre mí todo e¡ rigor de su furia implacable, se desquician las leyes que nos rijen, se violan las mas preciosas garantías, i se contrastan los preceptos estatuidos por ellos mismos, qué otro efujio puede quedarme sino alzar el grito ante el Tribunal de la opinion pública, anunciándoos, que ya es tiempo que escucheis otra voz que la que enjendra en el corrompido i venal la sórdida ambición? Dieciocho años hace que en el altar augusto de la patria juramos ser libres: nuestros votos a tan santo objeto ardieron con vehemencia sobre el ara sagrada, i el jénio de la libertad los escuchó propicio. Las consecuencias de este arrojo entusiasta no podia ménos que presentarse a nuestro juicio como el mas inestimable acontecimiento, de aquellos que inmortalizan el jenio del hombre: un acopio abundante de riquezas, una libertad bien sistemada, un adelantamiento inmenso en las ciencias i artes, i un vuelo rápido a toda clase de engrandecimientos, he aquí el porvenir feliz que se nos anunciaba.

Todo chileno que ántes se habia creído un esclavo infeliz, ya se llamaba libre poseedor de un tesoro sobresaliente de garantías, i los tiranos feroces de la Europa amortizaron sus coléricas esperanzas sobre el suelo destinado a ser la mansion de los libres.

  1. Este documento i el que sigue ha sido tomado de papeles Sueltos dé la Biblioteca Nacional, años 817-1828. Tomo III, pájs. 53 i 157. —(Nota del Recopilador.)