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496 CÁMARA DE SENADORES

quedó en silencio una i otra Cámara de Justicia, i a presencia de la Representación Nacional fueron ejecutados. ¿Por qué no hicieron los reclamos que hoi hacen? Creo que no estarían premeditadas las interpretaciones; i aun hai mas, pues aquellos infelices no alcanzaron el indulto que pidieron a la Representacion Nacional, i les fué negado por la Cámara de Senadores. Téngase este hecho presente, público i notorio, que acredita la injusta acriminacion que se hace al ex-Presidente. No se podrá decir tampoco que el señor Pinto obró por ignorancia, cuando a mas de estar en práctica esta Lei Marcial durante su Gobierno, se dictó en él i bajo su influencia el Código Fundamental; i no solo era un jeneral del ejército ascendido por todos los grados de la milicia, mandando divisiones en guarnicion i en campaña, sino un abogado recibido i, por lo tanto, tan profesor del derecho como los miembros de ambas Cámaras.

A estas razones, cuyo poder es incontestable, se añade que si en mi carácter de interino, por enfermedad del propietario, me entrometía a destruir todas las prácticas establecidas en la administracion i dar distinta intelijencia a las leyes que las hasta allí dadas; la confusion i la anarquía serán sus consecuencias inherentes, i se trastornaría todo el órden administrativo observado hasta aquel entonces: en buena hora entró a prestar este servicio el ex-Presidente Vicuña para meterse en reformas.

Ni la práctica, pues, ni las leyes me preceptuaban asesorarme mas que con mis conocimientos i los de mis Ministros para estos casos, siendo sentado, por otra parte, que no se trataba mas que ver lo malo o bueno del proceso para devolverlo o confirmarlo; para lo que bastaban los conocimientos militares del Ministro de la Guerra, quien, después de acotados en presencia del ex-Presidente los aitículos de ordenanza citados en el proceso, después de haber visto toda la tramitacion de él, el número de los consejeros, fiscal, defensor, auditor jeneral i todo lo necesario, confirmó lo actuado, sin juzgar nada, ejecutando así la Leí como lo pidió el auditor, como se practicó aun en aquellos días í como ha sido de costumbre i de Lei.

Si éstas se observan a la letra i no se busca el peligroso espíritu de ellas, no estuviera en la anarquía perpetua que hoi se halla nuestra jurisprudencia. Cuando la lei se fije de modo que se la deba seguir a la letra; cuando ella no confíe al majistrado mas que el cuidado de examinar las acciones de los ciudadanos para decidir si la agravian; cuando, en fin, la regla de lo justo o injusto no sea un objeto de controversia, no veremos a los hombres oprimidos por el yugo de pequeños tiranos: no tendrán que temer este despotismo dividido, mucho mas funesto que el de uno solo, porque la tiranía se hace mas cruel en razón compuesta de los obstáculos que encuentra; mucho mas insoportable, porque hai menos distancia entre el opresor i el oprimido, i en este caso el despotismo de uno solo será el único remedio a la tiranía dividida. Con leyes siempre ejecutadas literalmente, vivirá el ciudadano con tranquilidad a la sombra de la seguridad pública: él gozará del fruto de la reunion social; él podrá calcular los inconvenientes de una accion mala para no ejecutarla. Pero desde que el objeto de las leyes se convirtió en ciencia, se abrió un pasaje al torrente de la opinion, principio demostrado de consecuencias funestas, tan complicadas entre sí, como los diversos modos de los hombres en ver 1 opinar sobre las cosas: veríamos la suerte o fortuna de los ciudadanos variar de aspecto en cada uno de los tribunales: lo que ganó en uno, perderlo en otro, maldito choque de cuestiones i pareceres que las mas veces concluyen con los mismos litigantes.

El mismo tribunal no castigaría con igualdad los mismos crímenes en diferentes tiempos, porque se entregaría a la instabilidad engañadora de las interpretaciones, mas bien que a escuchar siempre la constante voz de las Leyes.

Confieso haber algunas cuya oscuridad ha puesto en problemas su verdadera intelijencia, i sobre esta ha discordado el parecer de los sabios; pero en la práctica de los tribunales, en los juzgamientos de éstos parece debia haber una uniformidad para juzgaren diferentes épocas del mismo modo los mismos casos: así quedaría en desuetud una opinion, i la contraria seria la única Lei permanente para casos iguales.

No há mucho se ha visto con asombro quitarse una hacienda a un poseedor al poder de una interpretacion que, si era justa, no lo sé; pero que en los tribunales ha habido una desuetud de juzgar del mismo modo, lo he oido a muchos. Las leyes oscuras no son muchas respecto de las claras e intelijibles; pero todas son igualmente el juguete de los sofistas, de dialécticos e intérpretes; en fin, de todas las pequeñas causas que mudan la apariencia de los objetos en el espíritu inconstante del hombre. Nil est tam bene dictum quod probo sensu interpretari non possit(dice un padre de la Iglesia). Dejemos a los puntos oscuros de la teolojía la interpretacion de los doctores de la Iglesia: ellos se entienden bien con su sentido místico, anagófico, hiperbólico, metafórico, etc; mátense allá los intérpretes de las visiones de San Juan en la Apocalipsis; pero en nuestros tribunales de justicia júzguese por la Lei i lo que ella literalmente espresa, i sus juicios sean hoi los mismos que antes e iguales a los de muchos tiempos después.

Esta conducta de uniformidad i el cumplimiento literal de Leyes, fué la que se prescribió el ex-Presidente observar durante los dias de su administracion, sin que poder alguno fuese capaz de hacerle violar este propósito: lo cumplió exactamente; pero no faltó quienes le perturbasen sus rectas intenciones, sin otro fruto que provocar a un ataque, en el cual si vencidos son impunes i