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CONGRESO NACIONAL

Quiera US. aceptar los sentimientos de mi aprecio i consideracion. —Concepcion, Enero 30 de 1827. —Hilarion Gaspar, presidente. —Ramon Novoa, secretario. —Señor Gobernador-Intendente.

Es copia. —Novoa, secretario.


Núm. 156

Señor:

Despues de haber dado al Soberano Congreso, con fecha 30 de Enero del presente año, el detalle de lo ocurrido, creo de mi deber continuar documentalmente avisando los últimos acontecimientos para que, penetrada Vuestra Soberanía del estado lamentable a que está reducida la Asamblea por el atentatorio abusivo poder del gobernador-intendente de esta provincia, se digne Vuestra Soberanía dictar las providencias que crea oportunas.

A la llegada del correo mandé por la correspondencia oficial, i el administrador contestó que el intendente habia mandado por ella. Sorprendido con tal procedimiento, la reclamé con la nota número 1 que acompaño, i como a las tres horas recibí el oficio número 2, que fué contestado con el número 3 que incluyo. Ni las razones ni el convencimiento son bastantes para persuadir, cuando se escuchan solo las pasiones. El intendente no ha querido conocer sus deberes i ha permanecido firme en la conducta que adoptó.

Aunque dos o tres miembros hubiesen faltado al respeto de la Sala, ¿era éste un motivo para que siete protestasen, i ante el intendente? ¿Era un motivo para disolver la Asamblea? ¿Que no tiene ésta leyes i reglamentos para correjir i castigar a los que deliberan?

La nota número 3 quedó sin contestacion, i llegó el auditor de guerra con la carta número 4 del jeneral en jefe Borgoño. El intendente in continenti, llamó amigablemente a su casa algunos miembros de los protestantes i de los diputados, con el objeto de que, estando la Patria en peligro, debia todo acabarse.

Se convino por algunos en que yo, como Presidente, podria citar a la Asamblea.

Efectivamente así se verificó, pero no habiendo sido encontrados algunos diputados en sus casas i habiendo reunido el intendente a mucha parte del pueblo, dijo: "Que habia citado a la Asamblea i vecinos para imponerles de las ocurrencias", a lo que preguntando el diputado don F. A. Novoa, si era citacion de pueblo o de Asamblea respondió: "Que de uno i otro". Éste hizo ver, que si era de Asamblea debia ella sola ocupar su lugar, sin estar mezclada con los ciudadanos, i que la Sala debia reunirse por citacion del Presidente. Entónces el intendente, significando que era reunion popular, se espresó en los términos siguientes: "Viendo escandalosamente disuelta la Asamblea i queriendo reunir los ánimos de sus vocales amistosamente, convoqué en mi casa a varios diputados; quedamos en que hoi, a las diez, se reunía la Sala, a cuya hora han comparecido los siete que ante mí habian protestado; pero los del otro partido no han venido i muchos de ellos, aunque son las doce, valiéndose de efujios i pretestos miserables para no reunirse a trabajar en obsequio del país en las circunstancias que hago presente por la carta que sigue: Leyó la carta número 4 del jeneral Borgoño i concluida, dijo don F. A. Novoa que, aunque era uno de los que habia asistido a casa del intendente en la noche anterior, i que se habia manifestado con deseo de conciliacion por las circunstancias; pero que ni él ni su hermano don Ramon habian sabido ni quedado en la citacion de hora ni dia. Sostuvo esta verdad, haciendo ver al intendente su equivocacion, i que se le insultaba como a los demás miembros ante el pueblo; que la Asamblea ni estaba ni podia estar disuelta... i se retiró despues de este altercado.

Un agravio de tanta magnitud hecho a la Asamblea, excepcionando solo siete, al mismo tiempo que se trataba de unir, debia producir el resultado que tuvo, de dividir con mas fuerza. Sin embargo, a consecuencia de la nota número 5, que se me pasó ese mismo dia despues de este suceso (remitiéndome la correspondencia), cité a la Sala para la noche. Los protestantes i la Asamblea se reunió; pero algunos diputados, a pesar de sus instancias por la union, sostuvieron que no podían entrar en sesión con los siete que ya según la leí o acuerdo no eran tales diputados i que si la Sala no estaba compuesta era por el desobedecimiento del intendente, que cumpliese éste i en un momento estaría reintegrada. Se trajo a la memoria el insulto hecho por el citado intendente, el ataque a la representacion departamental hasta darla por disuelta; que el documento número 5 volvía a insultar, pues se ratificaba en sus atentados i se avanzaba ya hasta señalarle materia para que tratase esclusivamente; que era esto tanto mas notable cuanto se solicitaba la reunion de la Asamblea para contener, sin noticias oficiales, procedimientos iguales. En consecuencia de estas observaciones que hizo el secretario, protestó la nulidad de cuanto se obrase, i se retiraron tres diputados.

El reglamento de la Sala exije al ménos doce para deliberar, pues el total son diezinueve. Quedaron solo once i se insistió por un diputado con excesivos gritos, insultos i desórdenes, en que se entrase en materia para derogar el reglamento i consecutivamente continuar la discusion. Ni mi negativa en obedecimiento de la lei ni el llamar al órden por repetidas veces, fué bastante para contener aquel exceso de uno de los siete protestantes, hasta que tomé el partido de suspender la reunión i avisé al intendente, segun se advierte en el número 6. Este es el resultado a que ha conducido el intendente por su interven