Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo VIII (1823).djvu/247

Esta página ha sido validada
250
CONGRESO CONSTITUYENTE

de los pobres enfermos para asistirlos i para curarlos en sus enfermedades de alma i de cuerpo por la obligacion que contrajeron al tiempo de su profesion, i los enfermos son de éstos por caridad i por su instituto. Los relijiosos tienen facultad con la correspondiente licencia para fundar sus hospitales con iglesia, donde quieran i puedan i el derecho de los pobres a esto no se estiende, que es la diferencia que solo puede notarse. Este vínculo espiritual, corporal i eclesiástico ha durado i durará indisolublemente miéntras exista nuestra relijion. ¿I cómo pretende este mayordomo disolverlo por un libelo lleno de atroces injurias i de suposiciones falsas? ¿Cómo se atreve a dar lejítima i cristiana subsistencia al plan que ha abortado su dañado corazon ante las majistraturas mas justas i cristianas de nuestra Nacion, infrinjiendo los derechos mas sagrados de la Iglesia? Es un mero ecónomo por comision del Gobierno a quien informó siniestramente con el fin de perpetuarse i de arruinar nuestro sagrado instituto, haciéndonos perecer de necesidad. Estinguida una relijion, sus individuos fueron siempre mantenidos i asistidos con aquel decoro i decencia respectiva de sus propias temporalidades o del tesoro común; dígalo la historia por sus mismos fastos. Solamente este mayordomo pretende que se haga lo contrario. Al vicario provincial da por toda asignacion doce pesos mensuales i a seis relijiosos mas treinta i seis pesos. ¿No es esto hacernos morir de hambre i obligarnos a que llevemos nuestros clamores hasta el cielo? Todas las leyes humanas i divinas se quebrantan. A este Supremo Cuerpo Lejislativo corresponde hacer una que repare el quebrantamiento de todas estas. La hacienda del Hospital fué arrendada en un precio ínfimo, porque el conductor se obligó a poner las mejoras constantes de la escritura i se sujetó a que cada uno o dos años se abriese un remate, para que por el mayor valor de las mejoras subiese de precio hasta que se restableciese el buen estado en que la dejó con su administracion el padre doctor frai Manuel Chaparro. Así se estampó por papeles, pero en papeles se quedó porque ya no se pensó mas que en que el cuñado del protector continuase por diez o doce años por ese ínfimo precio, sin que la Comunidad haya podido reclamar por la carencia de facultades. El mayordomo, en el considerable tiempo que sirve, a nada se ha movido, aun suponiéndose mui instruido en todo el económico interior manejo de los protectores ¿No sabe que el Reverendo Obispo Maran dejó varios capitales a beneficio del hospital? Debe saberlo. ¿Ha tratado sobre su verificativo o saber si existen? Los relijiosos ignoran si sobre esto se haya adelantado un solo paso. Por el pleito con el convento de San Francisco, que se ganó a costa de nuestros pasos, de nuestros sudores i de nuestros gastos, de que apunté al principio; adquirimos un derecho para conservar sus tierras; de todas se ha dispuesto sin que hayamos tenido la menor intervencion ni aun siquiera noticia, porque solamente se nos ha tenido i se nos tiene por parte para lo gravoso i para lo que redunda en nuestro perjuicio perso-, nal. Ha encontrado el mayordomo gruesas temporalidades i el aumento de estas tierras i este es el mejor pié en que dice se halla, pero debido no a él sino a nuestras dilijencias i fatigas, queda en mejor pié si permanece la privacion de nuestro sustento. Nuestro Supremo Gobierno, de acuerdo con la Iglesia, no lo ha constituido reformador de nuestra órden ni le ha dado facultades eclesiásticas, i ménos para que nos separe enteramente de la habitacion de nuestra casa, que es a la cabecera de los enfermos de nuestro instituto i de nuestra profesion Confiese el mayordomo de buena fe si estos relijiosos, que compara a los gañanes jornaleros, gozan de fuero eclesiástico. Confiese que, en la tarde en que supone pensó defenderse con su bastón, estuvo presente el cuerpo de nuestra Comunidad, que habia concurrido al toque de campana a dar de cenar a los enfermos i si puso sus manos violentas, dando una bofetada al enfermero mayor frai Antonino Guzman, a mas de otros golpes, porque abrió la puerta a sus prelados i demás hermanos para que entrasen a cumplir con su obligacion. Oiga los gritos de la recta razon i consulte con su conciencia, dejando por un tanto la fuerte pasion que lo precipita, i hallará que este exceso i el haber arrojado del brazo con empujones fuertes al prior, a presencia de todos los relijiosos i de la concurrencia popular, que se halla mui poco limpio para ocupar el lugar que la Iglesia señala a todos sus hijos. Repulsa a los testigos que lo convencieron de su exceso; pero no podrá repulsar a la notoriedad de un número considerable de pueblo, que podrá declarar, caso que necesario sea; i ménos podrá repulsar lo que él mismo confiesa. Este es otro punto para la causa que está pendiente; pero es preciso no callar sobre lo que falsamente i por colorir su crimen produce en su informe. El cuento del jefe militar que asistió por un poco de tiempo a nuestra casa i que salió de ella, suponiéndolo hostigado por nosotros, ha llegado a nuestra noticia de un modo muí diverso. Tuvo este jefe discordias con los padres capellanes frai Vicente del Campo i frai Agustin de Balbontin, en que cometió el exceso de arrestarlos. Se hizo recurso al Supremo Poder Ejecutivo por ésto, i el jefe fué separado, reprendido i tambien arrestado, poniéndose en su lugar al prudente, moderado i juicioso don Francisco Antonio Pérez. Dígnese Vuestra Soberanía tener a la vista la contestacion que me hace a mi carta, fecha veintinueve del recien espirado Octubre, i encontrará desmentido al mayordomo. Se separó de la protecturia porque era necesario rolarse entre los otros individuos de la Cámara, conforme al órden supremo que así lo dispuso, i no por defec