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SENADO CONSERVADOR

ran, por eso estima la inspeccion que, calculado el valor de las raciones por los precios regulares, se abonen en el sueldo del soldado empleado i del mismo presidario, i se ahorrarán las conducciones, los empleados que sirvan a esas provisiones, los dispendios, desperdicios, mermas i pérdidas por corrupción, ganándose los derechos i el consuelo del mismo soldado i vecindario.

Cuando hablamos de presidio escluimos a Juan Fernández, que no merece ni hai necesidad de guarnecerlo; así porque él solo se asegura de toda ocupacion estranjera, como porque Valdivia, Chiloé, Osorno, Santa María i la Mocha, que son cultivables i accesibles, deben preferirse i son sobradas para toda la Europa.

Los prisioneros de guerra, a mas de obligar al gasto de las guarniciones i casas para su alojamiento i custodia, causan el de sus alimentos; si el estado de la guerra permite su canje, retornaríamos nuestros hermanos que hacen falta a la poblacion i a la defensa, i si no es llegado ese feliz momento, la conducta de Venezuela nos ha dado ei ejemplo, juramentando i remitiendo a la Habana los innumerables que hizo en su última campaña; nosotros haciendo lo mismo en los buques que retornan a Europa, haríamos un ahorro i un bien a nuestros semejantes.

La caballería en guarnición arruina los caballos i duplica el gasto de piensos; por eso sería útilísimo que solo en campaña tengan caballo, manteniéndose en potreros por repartimiento los que deben servirles en la guerra, i a la inmediación de los puntos de las guarniciones un corto número que turnará para las ocupaciones que indispensablemente demandan, abonándose a este solo número el pienso.

El número 6, artículo 19 de la Constitución prohibe conceder empleo sin "el peculiar ejercicio de un ministerio detallado por la lei, o excediendo su número, i contribuir sueldo por otro título que el del actual servicio o jubilación legal;" no obstante el Erario sufre el gasto enorme de noventa mil pesos anuales que paga a oficiales sueltos, porque estaban nombrados ántes que se diera la lei. Es, pues, indispensable conciliar la subsistencia de estos ciudadanos, que contrajeron el mérito porque son colocados, con la posibilidad de un Erario agobiado; ni la justicia ni la decencia misma permiten que se abandone jamas al virtuoso: por eso opina la inspección que se haga un fondo para premiar a los que no ne cesite el ejército i ponerlos en estado no solo de subsistir, sino de trabajar i ser útiles a su Patria.

Está persuadida que la renta de tabacos, bien dirijida, redime al país del empréstito sin recurrir a los licores, porque no puede ya dudar que el consumo ínfimo de tabacos en rama excede de un millón de mazos o libras que, costando ménos de un real cada una i gastando otro, que es un exceso en su administración, deja vendido a cinco reales, trescientos setenta mil pesos libres, que sobran para pagar el Ínteres i amortización de la deuda; sobre ese concepto el producto de licores estranjeros, rematados por provincias, seria buen fondo para pagar el ínteres de la cuota que se designe por retiro a cada oficial, amortizando con el residuo anual los capitales que se les asignen, i que, con ese auxilio, quedarían en jiro desde el din; así cree la inspección conciliada la justicia con el ahorro del Estado.

Los retirados e inválidos son tan acreedores a sus sueldos como a la gratitud pública; ellos se inutilizaron por salvarnos; i seria la ingratitud mas bárbara abandonarlos, cuando no pueden vivir por sí; no obstante debe conciliarse su subsistencia con el servicio i órden público; porque hai ocupaciones que puede llenar un retirado, como son los servicios de plaza, hospitales i otros infinitos, que economizan hombres útiles i aumentando algún tanto los medios de subsistir del mismo retirado, hace mas consolada su desgracia; los inválidos, especialmente de la clase de soldados, derramados por las poblaciones desacreditan el país, haciéndose mendigos, se desmoralizan en la ociosidad i llegan a pasar de virtuosos i acreedores de la estimación sensible del público a una plaga; por eso convendría que, reunidos en el laboratorio de mistos en las fraguas i armerías públicas i de los cuerpos o en destinos semejantes, no llevasen especialmente los solteros sus sueldos, sin estar bajo la inspección del jefe de estos establecimientos i ocupados en ellos.

En Europa cuidan de la conservación i aseo de los caminos i de los paseos i sitios públicos; i en Chile costearían su sueldo i gratificaciones si se empleasen en Valparaíso, en las alamedas i otros objetos de policía inferiores, que son mas de entretenimientos que de trabajo; así es que podrían dejar de ser una carga del Estado i no se les haria tan triste la vida, si se ocupasen como proponemos.

Los detalles de cada economía serán el objeto de un reglamento que no permite ni la naturaleza de este proyecto ni son del conocimiento inmediato de la hacienda; por eso los destribuirá el Ejecutivo, como exije su naturaleza.

La marina es el objeto inmediato del ejército que, si debe llamar toda la atención del Gobierno por la situación jeográfica del país, sus disposiciones i jenio, necesita conciliarse con el Erario porque es también la que gasta mas en todo Estado; el naciente de Chile no puede mantener por sí la que necesita; pero, como felizmente necesita la que ha de servir a todo el Pacífico, reuniéndose a los Estados del Perú i Colombia que tienen costas inmensas en él, puede presentar ventajas que, asegurándolos a todos, haga que todos queden cubiertos con la propia fuerza de mar.

Nuestros puertos de Chiloé, Valdivia i Talcahuano, que sitúan a la desembocadura del Cabo de Hornos, puerta precisa del Pacífico i a barlovento de las costas del mismo Chiloé, Perú i Colombia, de esta parte son otros tantos astilleros,