Los Dragones son 500, armados con tercerola i espada grande.
Los Húsares de Abascal, i Colorado | 110 |
Los Concordianos | 300 |
Id. de Chillan i Valdivianos | 500 |
Id. Chilotes | |
Id. Talaveras | 500 |
Id. Artilleros | 250 |
Coquimbo | 500 |
Valparaíso | 400 |
Concepcion | 300 |
Rancagua | 350 |
Hai partido por Gainza, por Sánchez i Osorio. Reflexion de Andrade, coronel, en la Tenencia 3.ª; jenerales, oficiales licenciados i retirados i muchos soldados chilotes. (Aquí siguen dos líneas que no se pueden leer por estar la letra medio borrada.)
El capitan Gálvez, clérigo i Talavera, Barañao Porteño es comandante de los Concordianos.
Rubines, el capitan, ha salido como en clase de desterrado a Chillan. De los oficiales, hijos del país, que fueron de auxilio a Pezuela, éste los devolvió, e hizo regresar para Lima.
Se licenciaron en Agosto mas de doscientos soldados chilotes i valdivianos, i se fueron a sus países, como también algunos oficiales; todos los que han pasado para Talca.
Núm. 540
Excmo. Señor:
Doña Mercedes de Villegas, viuda del finado comisario de ejército don ▼Domingo Perez, en la mejor forma que haya lugar en derecho, parezco ante V.E., i digo: que por muerte de éste, dimanada de sus espediciones por entre rios i nieves de cordillera en servicio de la patria, i de las dobles i asiduas tareas de tres cargos, que a un tiempo sirvió de comisario, del taller de vestuarios i de proveedor jeneral del ejército, como consta al físico don Manuel Grajales, que le asistió hasta su fallecimiento, i puede en caso necesario certificar del oríjen de su enfermedad, quedé poco ménos que mendiga, si la bondad de un padre anciano cargado de una numerosa familia de siete hijos no me hubiese recojido a su casa i mesa, auxiliando mis necesidades i con curriendo a los gastos de un hijo postumo que me quedó.
Felizmente yo no tengo que justificar lo que es notorio en Chile i consta a V.E. mismo, de haber sido mi marido uno de los principales instrumentos de la salvacion o restauracion de esta República; que él vino a su costa desde Valdivia por medio de indios infieles que le hubieron preso, i tránsito de nieves i rios caudalosos a anunciar la próxima espedicion invasora, que entónces se preparaba en Chiloé al mando del jeneral Pareja; que él sirvió en Mendoza el cargo de proveedor jeneral del ejército libertador, sin admitir el sueldo que se le daba, sino tan solo aquella mínima parte que bastaba para alimentarse escasamente; que vino ántes de partir la espedicion, enviado por el Excmo. Señor Jeneral don José de San Martin, en calidad de espía de las operaciones del enemigo i para tomar exactas nociones del número de sus tropas, de sus acantonamientos, de la disposicion de estos habitantes, de las personas con quienes podia contar i de las relaciones de correspondencia, que debia dejar entabladas, con otros pormenores que le encargó dicho señor jeneral i desempeñó a satisfaccion, arrostrando para ello mil riesgos mortales de su vida con otras tantas necesidades i privaciones por medio de las nieves, rios i hielos de la cordillera cerrada, que transitó en Octubre de 1816, según consta de los documentos adjuntos, por cuya causa i humedades se estenuó su naturaleza i salud; que en seguida vino en dicha espedicion, i se halló en la jornada i campaña de Chacabuco, abasteciendo al ejército en calidad de proveedor jeneral, de cuanto necesitaba; i en fin, que recuperado Chile, sirvió aquí los empleos de tesorero jeneral, i últimamente los tres a un tiempo de comisaría, del taller i de proveeduría, que dieron con él en tierra, como asienta Grajales, por el demasiado empeño que tomaba, cuando sus fuerzas i quebrantada salud ya no se lo permitían; i todo esto por cooperar a la entera libertad del país i por un principio de honor i hombría de bien, que eran su débil, i de que ha dado pruebas con la rendicion de sus cuentas, gastando su testamentaría en las que le restaban rendir muchos pesos en la ordenata de ellas i en cubrir algunos alcances que le ocasionó la desorganizacion del ejército en Cancha-Rayada i el consiguiente trastorno de papeles i remesas de especies, así como el tener que trasportar, hallándose en cama enfermo i de purga, otros artículos de valor del taller, en virtud de órden superior, para ponerlos a salvo en la villa de Santa Rosa, en Abril de 1818, de suerte que así le fué inevitable su muerte el 30 del mismo Abril i año, i la ruina de los cortos intereses propios que, cuando emigró en 1814, llevó a Mendoza.
Por los apuros de nuestro Erario, he guardado hasta hoi un profundo silencio en medio de mis necesidades, sin representarlas, como lo han hecho otros tantos i tantas viudas o hijos de los que han concurrido a la salvacion de Chile con sus vidas o con sus servicios, i a quienes todos la justificacion i clemencia de V.E. ha dado ali