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SENADO CONSERVADOR

No, Dios quiere que los hombres tengan algún gobierno; pero no dice que sea gobernante éste o el otro hombre. Cuando los judíos pidieron rei, fué electo Saúl, i despues David, por Dios; pero esto fué solamente para los judíos.

¿Es alguno rei por naturaleza?

Nó, solo Dios es rei del universo porque es su creador i por la excelencia de su naturaleza. Todos los hombres nacen iguales. El pobre i el rico fueron hechos de un mismo barro. Dominus de uno limo terrœ fecit pauperes et divites. (San Agustín.)

¿Quién puede mandar i gobernar a los hombres lejítimamente?

Aquel o aquellos a quienes los pueblos libres por naturaleza se habrán sujetado por libre i común consentimiento.

¿I quién es tirano?

Aquel o aquellos que por fuerza de armas, por medios ilícitos i tratos injustos ocupen, invadan i usurpen la libertad de los pueblos.

I si el que ha usurpado la libertad de los pueblos, los gobierna bien, ¿será también tirano?

Sí, la autoridad arrancada por el terror, aunque se ejerciese bien, es viciosa en su principio i de perjudicial ejemplo. Principatus, quem metus extorsit, etsi aetibus vel moribus non offendat, ipsius la menini ii sui est pernitiosus exemplo.(San León.)

¿Qué otro es tirano?

El que manda con autoridad lejítima pero perversamente.

El que estando colocado en el mando, prefiere su bien particular al bien jeneral; el que no muestra relijion, ni honestidad en sus costumbres, ni verdad en sus dichos, ni magnanimidad en sus acciones, ni observa las leyes ni administra justicia; en fin, el que por su mal proceder arruina i hace infeliz la República.

¿Qué se dice acerca de los primeros tiranos de la tierra?

La Sagrada Escritura i los santos Padres nos dan suficiente luz sobre este punto oscuro. La primera dominación tiránica se atribuye a Lucifer, en el intento de ser exaltado sobre todos. Su imitador Caín, ántes del diluvio, fué el primero que dominó sobre las jentes, edificando la primera ciudad; i San Agustín lo llama el primer tirano sobre la tierra. Despues del diluvio fué el primer tirano Nemrod, también llamado Belo, primer rei de Babilonia: él dominó sobre los demás sin otro derecho que la fuerza; fué padre de Niño, primer rei de los asirios. El fué descendiente de Chan, hijo de maldición de Noé. Tales fueron los fundamentos de la primera monarquía. (Suarez de Eigueroa.)

¿Ha mostrado Dios nuestro Señor predilección i preferencia por alguna forma de gobierno?

Puede decirse que el cielo se ha declarado en favor del sistema republicano; así vemos que éste fué el gobierno que dio a los israelitas. Éstos fueron gobernados por Jueces i por los ancianos del pueblo, desde Moisés hasta Samuel, por un espacio de tiempo como de cuatrocientos años. En los últimos dias de Samuel el pueblo quiso variar de gobierno i tener un rei como las naciones paganas. Dios le concedió con disgusto un rei, anunciándole el despotismo i servidumbre a que iba a sujetarse i en que cayó efectivamente.

Según esto, el sistema monárquico ¿es malo?

Nó; porque puede mezclarse i suavizarse con las otras formas de gobierno.

¿Qué es, pues, lo que tiene de malo?

Que se encamina al despotismo por su naturaleza i que, en consecuencia de las pasiones humanas, se prefiere el bien personal i de familia a la utilidad jeneral. Los príncipes trabajaron artificiosamente en ser tenidos por dueños i señores naturales de los pueblos, i en hacer creer que su autoridad era, no solo independiente del consentimiento i voluntad de los pueblos, sino que era por su naturaleza suprema i sacratísima como si fuese celestial. Ellos usaban de un lenguaje que descubría su ilusión i su locura: decían mis dominios, mi corona, mi soberana voluntad.

¿Cuál es el peor sistema de todos?

El sistema colonial, porque está en contradicción con la libertad de los pueblos, i porque en seña la esperiencia que desde una inmensa distancia son mal gobernados, no se les administra bien la justicia, i sus productos i riquezas no se consumen en utilidad del propio país, sino en guerras i en el lujo i vicios de la Corte.

Núm. 852 [1]


Catecismo o dispertador patriótico Cristiano i político, formado en diálogo para el conocimiento de la sagrada causa de la América del Sud, que se propone recuperar su Soberanía, su Imperio, su Independencia, su Gobierno, su Libertad i sus Derechos.


PRÓLOGO

Lector mió: seas quien fueres, pongo a tus ojos este Catecismo. Si eres realista español, te digo que no es veneno ni papel incendiario, sino fruto pequeño de nuestra naciente i santa libertad, con la que se busca la verdad, la justicia i la sana moral para dirijir rectamente nuestras conciencias. No se trata de las parvedades de materia sobre la colacion del ayuno, hurtillos i usurpaciones pequeñas, sino de unos puntos los mas graves, los mas sérios i los mas importantes

  1. Este Catecismo, trascrito de un ejemplar en parte impreso i en parte manuscrito, que existe en la Biblioteca Nacional, parece haberse publicado también en el año de 1813; lo agregamos al anterior porque ambos se completan i son de los primeros escritos políticos de la revolucion. —(Nota del Recopilador.)