llo de la especie que anteriormente hemos investigado (II, 11, página 49). Allí hemos demostrado que la aceleración está en conexión con la oscilación x, según la fórmula [8]:
siendo ν el número de oscilaciones por segundo; si se pone en lugar de éste la duración de la oscilación, según la fórmula [30], , tendremos:
La misma reflexión que hemos hecho aquí para la sucesión en el tiempo puede aplicarse a la yuxtaposición en el espacio, y se llegará a relaciones correspondientes; no hay mas que substituir la aceleración b (el cociente diferencial segundo, temporal) por la cantidad f (cociente diferencial segundo, de lugar) y la duración de oscilación T (el periodo de tiempo) por la longitud de onda λ (período de lugar). Así llegamos a la fórmula
Si las dos expresiones de b y de f se dividen una por otra, se eliminará el factor (2π)²x y quedará:
Ahora bien; por una parte, según la fórmula [31] (pág. 115), es y, por otra parte, según [32] (pág. 130), es ; de donde sigue que
En un cuerpo que se extiende en las tres direcciones del espacio pueden, empero, propagarse tres ondas en cada dirección, con diferentes velocidades, una longitudinal y dos transversa-