denominados de Palomares, Puchacay, Toncón, &c. A sus orillas, como á 10 ó 13 kilómetros hacia el E. de Penco, se encontró el gobernador, Pedro de Valdivia por primera vez, 24 de febrero de 1550, con los araucanos, quien, según Ercilla,
Donde á punto llegó de ser perdido.
Este río toma en varias secciones la denominación del valle que atraviesa, como de Palomares, Puchacay, &c., y, aún en la inferior, se le llamó al principio de la conquista río de San Pedro, en obsequio de dicho gobernador. El título de Andalién es el general y común, formado de anca, cuerpo, y de lighen (cuerpo de plata); «aunque su nombre propio», dice el P. Rosales, «es Antulien, que quiere decir plata de sol» {antu ó anty, el sol).
Andaribel.-—Riachuelo, afluente de Tinguiririca, que tiene su origen en la base norte del cerro de las Damas, al S. del volcán del nombre ese río, y que corre por una abra estrecha y profunda en dirección al N. hasta su término, frente á la entrada del de los Yuyos. Se llama así por la cuerda atravesada de una orilla á otra, conocida con ese nombre ó de tarabita, que sirve para pasarlo.
Andes (Ciudad de los).-—Véase ciudad de Santa Rosa.
Andes (Cordillera de los).-—El vasto espinazo de la América ó la gran cadena de altas y nevosas sierras, cercana y casi paralela á la costa del Pacífico. Su nombre, que, á la época del descubrimiento del Perú, se aplicaba sólo á la sección de su territorio y regiones al sur, se supone ser corrupción de Antis, denominación de unas familias de indios, que habitaban la pendiente oriental de esos montes en la parte de Bolivia, ó bien de la de anta, palabra del quichua ó idioma de los Incas, que significa cobre ó metal en general, aludiendo á la abundancia que de él esos montes contienen. Respecto á Chile, la sección de esa cadena de montañas que le corresponde, principia por los 18° 40' Lat. y corre de N. á S. hasta el cabo de Santa Agueda sobre el estrecho de Magallanes, y aún podría decirse que remata en las islas del cabo de Hornos. Su estructura y configuración orográficas no están aun bien determinadas[1], y sólo puede asentarse, en general, que consta de un encadenamiento de sierras tendidas sobre el meridiano, con inclinación al SO., compuestas de rocas estratificadas y metamórficas, solevantadas por otras eruptivas á impulso de la acción volcánica, que en un tiempo ha debido ser poderosísima. De sus nudos principales se desprenden al O. ramificaciones, que al N. de Chacabuco, se entretejen con la cadena de sierras intermedias ó montañas secundarias de la costa, y que al S. del mismo Chacabuco, rara vez se aproximan á éstas. El ancho medio de aquella cadena no baja de unos cien kilómetros, abierta en dos ramas primordiales hacia el N., interrumpida ligeramente en partes al S. y casi compacta en el centro, donde presenta
- ↑ Véase, con todo, A. Pissis, «Geografía Física de la República de Chile; Primera parte».