Oro y ébano/Introducción (Al poeta)

Introducción (Al poeta)

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El verso debe ser claro y sonoro

como el agua del mar y como el oro.


El verso debe ser firme y radiante,

lo mismo que el acero y el diamante.


Debe ceñir inmarcesibles galas,

subyugar o abatir... y tener alas!


Trabajo es gloria: trabajad, poeta,

mellad vuestro buril en la faceta!


Si queréis oficiar en el santuario

de la fama, triunfar en la tarea,

cread... y sed orfebre y lapidario:

¡haced un luminar de cada idea

y haced de cada verso un solitario!