Noticias de descubridores: 08

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.



VII.

No fué la provincia de Córdoba la que menor contingente de guerreros á la conquista del Nuevo-Mundo remitiera, y húbolos entre ellos tan distinguidos y esforzados, como el Capitan Rodrigo de Arana, hermano de Doña Beatriz Enriquez, la madre del sabio D. Fernando Colon, el cual murió desgraciadamente á manos de los Indios de Haiti, Lope de Sosa y Pedro de los Rios, Gobernadores de Canarias y Castilla de Oro, todos tres naturales de la capital, el Capitan Juan Gutierrez de Salamanca, de Aguilar de la Frontera, á cuyo esfuerzo se debió en gran parte la brillante victoria que obtuvo Hernán Cortés sobre los Mejicanos en Otumba, y Sebastian de Benalcázar ó Belalcázar, llamado así del pueblo de su naturaleza. Nació este á fines del siglo XV, de una familia tan pobre, que su padre ganaba trabajando en las duras faenas del campo el diario sustento. Quedó huérfano de corta edad, á cargo de un hermano mayor, quien le mandaba á traer leña del monte con un asnillo, única propiedad que tenía: viniendo un dia con la acostumbrada carga, cayósele el animal en un atolladero, donde se atascó de tal suerte, que no pudiendo sacarle, se irritó en tales términos, que le dio un garrotazo en la cabeza, dejándolo muerto. Huyó entónces temiendo el enojo de su hermano, y de pueblo en pueblo, peregrinando, fué á parar á Sevilla, donde sentó plaza en la expedicion de Pedrarias, año de 1514, ocultando su verdadero apellido, que era Moyano, y tomando el de su pueblo. Llegado á América se señaló por su valor, de tal suerte, que el mismo Pedrarias hubo de elevarlo al puesto de Capitan. Trabó estrecha amistad con Francisco Pizarro, á quien acompañó al Perú, siendo de los capitanes que más se distinguieron en aquella empresa.

Terminada la conquista de aquel Imperio, púsose al frente de una expedicion, y después de vencer repetidas veces á los Indios, se apoderó de Quito en 1533, y poco tiempo después de Popayan, cuya gobernacion obtuvo con título de Adelantado, año de 1538; continuó más adelante sus expediciones por Nueva-Granada, sometiendo las provincias de Cundinamarca y Bogotá. Administró bien los países que le estaban encomendados, durante los disturbios del Perú, en los cuales siguió el partido de los Pizarros; pero fué de los primeros que reconocieron la autoridad de los Vireyes Blasco Nuñez Vela y Pedro de la Gasca, á quien ayudó á prender á Gonzalo Pizarro, jefe principal de los insurrectos.

Una vez pacificado completamente el país, dispuso el Gobierno supremo que pasara á formarle juicio de residencia el licenciado Francisco Briceño. Hiciéronle cargos por haber tolerado las crueldades que cometió su Teniente Juan de Ampudias, sin castigarle cual merecía, y por haber hecho degollar en Popayan al Mariscal Jorge de Robledo, que pretendía corresponderle el mando de aquella provincia. Separóle el juez pesquisidor de su destino, y terminado el proceso, le condenó á muerte, pero suspendiendo la ejecucion hasta la resolucion del Consejo de Indias, al cual le permitió acudir para dar sus descargos. Emprendió Benalcázar el viaje á España con objeto de defenderse; pero la edad y achaques que padecia le obligaron á detenerse enfermo en Cartagena de Indias, donde falleció. Varon insigne, de los más exclarecidos que pasaron al Nuevo-Mundo, y de los que más dominios agregaron á la poderosa Monarquía española.