Nicolás Antonio (Retrato)
D. NICOLÁS ANTONIO.
editarEntre los Sabios Españoles que celebra el orbe literario, nadie es mas que el erudito D. Nicolás Antonio, Presbítero, Caballero del Hábito de Santiago, que sacó del olvido la memoria de tantos ilustres Escritores nacionales. Nació en Sevilla año de 1617: y su padre, que se llamó también Nicolás Antonio, fué Almirante de la Compañía Naval, erigida en dicha Ciudad en 1626. Estudió la Latinidad con el famoso Dominico Fr. Francisco Ximenez; y después de finalizado el curso de Filosofía y Teología, pasó á Salamanca, en donde se dedicó á la Jurisprudencia.
Su ingenio criado para sobresalir entre todos, concibió el dificilísimo proyecto de formar un índice de todos los Literatos Españoles antiguos: para cuya empresa, no menos delicada que ardua, se retiro á su patria, sin mas comunicacion que la de los libros. Empezó la célebre obra de la Biblioteca; pero antes de publicarla dió á la prensa como ensayo de su habilidad el tratado de Exilio, aplaudido de todos los inteligentes.
A los quarenta y dos años de su edad fué enviado á la Corte de Señor D. Felipe IV como Agente general de España; en cuyo empleo hizo notorio su talento, circunspección y cordura no solo en los negocios de este ramo, sino en los de Nápoles, Milán y Sicilia, y los del Tribunal de la Inquisicion, mereciendo en todos la general aprobación. Permaneció en Roma hasta el año de 1677, ocupando el tiempo que le dexaba libre su ministerio, no en procurar sus adelantamientos, pues, solo llegó á lograr una Ración en la Patriarcal de Sevilla, y luego una Canongia de aquella Iglesia; sino en juntar una copiosa y selecta librería, y en perfeccionar su excelente Biblioteca nueva de los Autores Españoles desde 1500 hasta 1670; cuya publicación asombró á todos los eruditos. Carlos II Consejero de Cruzada, en cuyo empleo vivió hasta el año de 1684, en que concluyó la carrera de su vida uno de los Sabios mas completos que produxo España. Dexó inédita y sin perfeccionar la Biblioteca antigua que comprehende los Escritores desde el siglo de Augusto hasta el año de 1500, que vió despues la luz pública á expensas del Cardenal Aguirre, coordinándola el Dean Martí, y exornándola con varias notas hijas de su erudición. Esta célebre obra, que apenas se hallaba ya, se ha reimpreso últimamente por orden de nuestro augusto Carlos III, llena de notas y adiciones por el Bibliotecario Mayor de S. M. D. Francisco Pérez Bayer.