Escena V editar

PEDRÍN.- (Aparece un tanto boleado como si no conociera la casa deja la linyera en un rincón, mira a todos y saluda tímidamente.) ¡Buena sera!

BATIFONDO.- Fijate quien cae.

CARMEN.- Salute.

LUNGO.- De tebu (Cambian una mirada de inteligencia con Pedrín.)

PEDRÍN.- Un biquier de barbera. De cuel bon. (Pedrín acentuará un dialecto a elección del actor, manteniéndose siempre en su deliberado papel de imbécil.)

CARMEN.- Servido.

PEDRÍN.- (Saboreando el vino.) Non che male. Me dica, siñora. Donde podría tomare le létrico per la estazione del Retiro...

CARMEN.- ¡Para el Retiro! Espérese que no me acuerdo. (Al grupo.) ¿Por dónde pasa el tramway que va al Retiro?

LUNGO.- ¿A la estación del Retiro?

PEDRÍN.- (Acercándose.) ¡Scusí! Sí siñore.

LUNGO.- Tiene que tomar combinación. ¿Va para afuera usted?

PEDRÍN.- Scusí. Sí siñore. A Gálvez.

GAMBERONI.- Riverito signor mío. ¿Siete da Gálvez?

PEDRÍN.- Sí, siñore.

GAMBERONI.- Io son estato tre volte a Gálvez. Conoci un certo... un certo, ¿cómo si chiama? ¿D'Andrea?

PEDRÍN.- ¿Il calzolaio?

GAMBERONI.- Ma no, un figlio de la madona qui fa il procuradore.

PEDRÍN.- ¡Per dío! Lo conozco. Cuelo que arrangia il afari nel cuez de paz. Siamo tanto amici.

GAMBERONI.- ¡Bravo! Si sieda paisan. Che tengo per prendere lo tren. ¿Come va la cusecha a Gálvez?

PEDRÍN.- Mica tanto buona. La langosta, e la helatas.

GAMBERONI.- E un anno cativo... Ma sientase paisan. Aquí siamo in armonía. Cosa pillate... ¡Padrona!

PEDRÍN.- Ma grazia, grazia. Oli il mio bichiere.

GAMBERONI.- Non faccia complimenda. Padrona sempaticas; il porte il suo bichiero.

PEDRÍN.- (Sentándose.) ¡Scusí!

GAMBERONI.- Cuesti son amici, compañi cregollos, buenos mochachos. Si parlaba de la nostra patria.

PEDRÍN.- ¡La nostra Italia!...

GAMBERONI.- ¡Evviva Italia, paisan!

PEDRÍN.- Ya lo creo. ¡Evviva!...

GAMBERONI.- ¡Salute!

MONEDA.- (Levantándose encaminándose al mostrador.) Con permiso. ¡Pucha que son!...

GAMBERONI.- ¡E bravo paisan!... (Palmeándole.)

CARMEN.- ¿Qué tenés, vos?

MONEDA.- Estoy aburrido. ¡Pucha que son!...

CARMEN.- ¿Andás con miedo?

MONEDA.- ¡Qué miedo, ni qué miedo!... Estoy hasta aquí ¿sabés?...

CARMEN.- ¿Qué querés que le haga, hijo?

MONEDA.- Nada. ¿A vos qué se te importa?

CARMEN.- No seas sonzo.