LUNA LLENA


Oh llamas, llamas... Campanillas de oro
Suena tu lengua y en las manos llevas
La miel que no he gustado y en tus ojos
Se carcajea, alegre, Primavera.
Ya voy... ya voy... aguárdame, que aún tengo
Que poner rosas frescas en las sienes
Y soltar los cabellos y ceñirme
Un cinturón de plata; dulcemente
Caéré a tus pies bajo la luna llena.
Oh, quítame las rosas de las sienes,
Anúdame el cabello y dame mieles.

Yo tornaré bajo la fronda negra
Silenciosa y temblante, la cabeza
Desprovista de flores, y en la boca
El zumo gris que exprime la Tristeza.


Oh nunca más sobre mi frente rosas,
Oh nunca más la voz que sabe a tierra
Y hace sonar las campanillas de oro
A cuyos toques baila Primavera.
Cómo estará de triste aquella fronda,
Cómo estará de pálida la luna
Cuando regrese sola,
Cuando te deje y huya!
(y en tanto estoy ungiendo mis cabellos)
Ya la noche se acerca...
Tu voz suena distante y en el cielo,
Sube, corre y me asusta luna llena.