Los viajes de Marco Polo/Libro II/Capítulo V

Nota: Se respeta la ortografía original de la época

CAPITULO V.

EL PALACIO DE CAMBALUC.

El gran Kan reside en su corte del Catay, llamada Cambaluc, tres meses del año, Diciembre, Enero y Febrero, y allí tiene su mayor palacio. Este lo constituye primeramente una muralla cuadrada de á illa cada frente, muy gruesa, alta de diez pas s, toda de piedra y con almenas. A cada extremo de esta muralla hay erigido un hermoso palacio, donde se guardan las a: mas y otros pertrechos del gran Kan, necesarios para la guerra. En los ángulos se ven tambien otros pala ios, de manera que son ocho al todo, y en cada uno de ellos se custodian una clase de efectos pertenecientes al mionarca. La muralla tiene en el lado del Mediodía cinco puertas: la del centro es la mayor y no se abre más que cuando el soberano sale ó entra; las otras sirven para las gentes de inferior categoría, así como las que hay en los otros frentes para el paso general. Dentro de la anterior muralla hay otra, más larga que ancha, cuya disposicion de puertas y número y destino de los palacios que contiene son enteramente iguales á lo primeramente dicho: en el centro de ésta se halla el palacio de Kan, superior en capacidad á otro cualquiera del mundo. El pavimento está levantado diez palmos sobre el suelo. Los techos son altísimos. Las paredes de los aposentos se hallan adornadas de oro y de plata, con figuras de dragones, aves, caballos y otros animales: no se ve mas que oro y pinturas. El salon de ceremonias es tan dilat do, que puede contener 6.000 personas. Las cámaras son muchas, y en resúmen, el palacio es tan extenso y tan bien construido, que no es posible idear cosa mejor. El enlucido de las fachadas es rojo, verde, amarillo, azul y de otros colores, y tan bien barnizado que resplandece: por su consistencia puede durar eternamente. El espacio de la una á la otra muralla está ocupado por praderas y árboles, donde se mantienen ciervos blancos, gatos de almizele, cabras, venados y otros animales, aunque apartados del tránsito de las personas. Hácia la fachada principal existe un lago bastante grande, lleno de peces de muchas clases, que sirven para el recreo del gran Kan: allí entra u rio caudaloso, pero no tiene salida: los peces no pueden escaparse, porque hay grandes redes de hierro y de cobre para encerrarlos. Hácia el Norte, y cerca de un tiro de flecha del palacio, se ve na colina artificial, alta de cien pasos y de una milla de circunferencia, cubiert de árboles siempre verdes: enando el gran Kan sabe que prospera en cualquier parte un árbol notable, hacen que lo arraquen con la tierra eu que está plantado y que lo lleven elefantes, por grande que sea, á dicha colina; así ha recogido las especies más hermosas del mundo. La tierra del montecille está cubierta de la que produce el color azul, la cual es verde, y por eso le llaman el monte verde. En la cima hay un gran palacio tambien verde. La colina, los árboles y el palacio forman un conjunto muy agradable: el Kan ha hecho todo esto para recrearse.

Cerca de su palacio hay otro semejante, donde habita Timur, el heredero del Imperio; tiene la representacion de su abuelo y el sello del Estado, pero no ejerce ínterin el Kan viva.