Los derechos de la salud: 25


Escena VI editar

(Dichos, ALBERTINA y RENATA)

ALBERTINA.- Roberto, le traigo las mejoras impresiones. Noticias de último momento. Luisa, duerme como una santa. Ha charlado con nosotras como en sus mejores días. Es un organismo prodigioso el suyo. ¿Verdad, Ramos? Un par de días más y la veremos por esos jardines vendiendo salud. Por lo pronto esta noche, o mejor dicho, esta mañana no necesita de sus cuidados y podía usted descansar. Ella misma nos pidió que los obligáramos a acostarse.

ROBERTO.- ¡Oh! Muchas gracias, Albertina.

RAMOS.- Ya he conseguido que tome cloral.

ALBERTINA.- Y tú también Renata debes irte a descansar. ¿Quieres algo para tus nenes?

RENATA.- Un beso. Luego iré a verlos.

ALBERTINA.- ¿Nos vamos?

RAMOS.- Aguardo tus órdenes.

ALBERTINA.- Adiós, Roberto. Mucho ánimo. Hasta luego Renata. (RAMOS se despide y ambos se van. De una iglesia lejana llaman a misa.)