Los curdas: 7
Cuadro tercero
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Escena I
editarLuisa. -¡Adela, por Dios! ¿Y si nos conocen?
Adela. -¿Quién, hija, quién?... ¿Tu marido... Adolfo?... ¡Pues tanto mejor!
Luisa. -¿Pero si se arma un escándalo? ¿Si alguien se mete con nosotras? ¡Qué paraje y qué gente!
Adela. -¡No temas, mujer!... En cualquier caso, estarían ellos para auxiliarnos. Y, además, hemos hecho treinta... Hagamos las treinta y una; no hay otro remedio. Y aún tengo esperanzas de divertirme mucho.
Luisa. -Pues lo que yo tengo es un miedo atroz. ¡Si vieras como tiemblo, Adelita!... ¿Y vendrán ellos aquí?
Adela. -Sí. Adolfo me aseguró que vendrían. Pero callate que me parece que vienen. Sí; aquel es Pancho. No te des vuelta.
Pancho. -(Se dirige a la mesa ocupada por EL OFICIAL y LÓPEZ.) ¿Cómo te va, che?
El Oficial. -¡Hola, Pancho! Bien, ¿y vos qué andás haciendo por acá?
Pancho. -Ya lo ves, paseando. Vengo con los muchachos y con Erminda y Lola. Comimos en lo de Luzio y nos largamos después p'acá.
Mozo 1.º -(Acercándose al mostrador.) ¡Una ginebra y un pipermint con soda, una granadina, un...
El Oficial. -¿Y vienen muy curdas, che? ¿Ustedes no se conocían?... El señor López, mi amigo: Pancho González.
Pancho. -Mucho gusto... Arreglaos vienen los muchachos: ¡traen una papalina!... sobre todo Carlos. (LUISA da un salto y vuelca la copa.) ¡Che! ¿Qué es aquello?
López. -Han caído hace poco. Las vimos pasar, y le aseguro que son dos quesitos...
Pancho. -¿Y no les han dicho nada?
El Oficial. -No la vamos de farra, esta noche. Aprovechen ustedes, que andan en tren... Ahí están los muchachos.