Los consuelos/IV
= IV =
Luna naciente en el mar
- Subir veo lentamente
- la nítida y blanca luna.
Velado el horizonte
de un capuz nebuloso,
purpúreos resplandores
nacen de entre su cerco tenebroso.
Con lentitud se avanzan
el espacio ocupando,
y los cielos y tierra
de luminosos rayos inundando.
Disípanse las nubes
del vasto firmamento,
que de nuevo se cubre
de variado y magnífico ornamento.
Y las estrellas mustias,
trémulas centellean,
y parece abandonan
el lobregoso alcázar que hermosean.
Coronada de luces
la luna se aparece;
cual reina de la noche
en su cerúleo trono resplandece.
Contémplase gozosa
en el mar transparente,
que mueve sus cristales
con majestad serena e imponente.
En calma la natura,
parece adormecida,
y su faz macilenta
a meditar al pensador convida.
Renacerá la Luna,
y tras ellas los días
circularán veloces,
llevándose las esperanzas mías.