Libro de Buen Amor: 084

Libro de Buen Amor de Arcipreste de Hita
Enxiemplo de la raposa que come las gallinas en la aldea

Enxiemplo de la raposa que come las gallinas en la aldea


Contesçió en una aldea de muro bien çercada,
que la presta gulhara ansí era vesada,
que entrava de noche la puerta ya çerrada,
comía las gallinas de posada en posada.

Teníanse los del pueblo d'ella por mal chufados
cerraron los portillos, finiestras et forados,
desque se vido ençerrada, dis': 'Los gallos furtados
d'ésta creo que sean pagados et escotados.'

Tendiose a la puerta del aldea nombrada,
físose como muerta, la boca regañada,
las manos encogidas, yerta e desfigurada,
desían los que pasaban: '¡Tente esa trasnochada!'

Pasava de mañana por y un zapatero:
'¡O', dis', 'qué buena cola! más vale que un dinero;
faré trainel d'ella par calçar ligero.'
Cortola, e estudo más queda que un cordero.

El alfajeme pasava, que venía de sangrar;
dis': 'El colmillo d'ésta puede aprovechar
para quien dolor tiene en muela o en quijar.'
Sacole; e estudo queda sin se más quejar.

Una vieja pasava, que l' comió su gallina;
Dis': 'El ojo de aquésta es para melesina
a moças aojadas, et que an la madrina.'
Sacolo; e estudo sosegada la mesquina.

El físico pasava por aquella calleja,
dis': '¡Qué buenas orejas son las de la gulpeja
para quien tiene venino o dolor en la oreja!'
Cortolas; et estudo queda más que un oveja.

Dixo este maestro: 'El coraçón del raposo
para el tremor del coraçón es mucho provechoso.'
Ella dis': '¡Al diablo catedes vos el polso!'
Levantose corriendo, et fuyó por el coso.

Dixo: 'Todas las coytas puede ome sofrir;
mas el coraçón sacar et muerte resçebir
non lo puede ninguno(89), nin deve consentir;
lo que emendar non se puede, non presta arrepentir.'

Deve catar el ome con seso et con medida
lo que faser quisiere, que aya d'él salida
ante que faser cosa que l' sea retraída,
quando teme ser preso, ante busque guarida.

Desque ya es la dueña de varón escarnida,
es d'él menospreçiada e en poco tenida,
es de Dios airada e del mundo aborrida,
pierde toda su honra, la fama e la vida.

Et pues tú a mí dises rasón de perdimiento
del alma e del cuerpo, e muerte, e enfamamiento,
yo non quiero faserlo, vete sin tardamiento,
si non darte he gualardón qual tu meresçimiento.

Mucho temió la vieja deste bravo desir:
«Señora», dis', «mesura, non me querades ferir:
puédevos por ventura de mí grand pro venir,
como al león vino del mur en su dormir.