Libro de Buen Amor: 069

Libro de Buen Amor
de Arcipreste de Hita
De cómo don Amor y don Carnal venieron e los salieron a resçebir

De cómo don Amor y don Carnal venieron e los salieron a resçebir


Vigilia era de Pascua, abril çerca pasado,
el sol era salido, por el mundo rayado,
fue por toda la tierra grand roído sonado
de dos emperadores, que al mundo han llegado.

Estos emperadores Amor et Carnal eran;
a resçebirlos salen quantos que los esperan;
las aves e los árbores nobre tiempo aüeran,
los que Amor atienden, sobre todos se esmeran.

A don Carnal resçiben todos los carniçeros,
et todos los rabís con todos sus aperos,
a él salen triperas tañiendo sus panderos,
de muchos que corren monte llenos van los oteros.

El pastor lo atiende fuera de la carrera
taniendo su çampoña et los albogues espera,
su moço el caramillo fecho de cañauera,
taniendo el rabadán la çítola trotera.

Por el puerto asoma una seña bermeja,
en medio una figura, cordero me semeja,
vienen de redor d'ella balando mucha oveja,
carneros et cabritos con su chica pelleja.

Los cabrones valientes, muchas vacas et toros,
más vienen çerca de ella que en Granada ay moros,
muchos bueyes castaños, otros hoscos e loros,
non lo compraría Darío con todos sus tesoros.

Venía don Carnal en carro muy preçiado,
cobierto de pellejos et de cueros çercado,
el buen emperador está arremangado
en saya, faldas en çinta, e sobra bien armado.

Traía en la su mano una segur muy fuerte,
a toda quatropea con ella da la muerte,
cuchillo muy agudo a las reses acomete,
con aquél las degüella e a desollar se mete.

En deredor traía ceñida de la su çinta
una blanca rodilla, ésta de sangre tinta,
al cablón, que está gordo, él muy mal gelo pinta,
fase faser «bé» balando en vos et doble quinta.

Tenía cofia en la cabeza qu'el cabello non l' salga,
quiça teníe vestida blanca e rabi-galga,
en el su carro otro a par d'él non se cabalga,
a la liebre que sale, luego le echa la galga.

En derredor de sí trae muchos alanes,
vaqueros et de monte, e otros muchos canes,
sabuesos et podencos que l' comen muchos panes,
et muchos nocherniegos, que saben matar carnes.

Sogas para las vacas, muchos pesos e pesas,
tajones e garabatos, grandes tablas e mesas,
para las triperas gamellas e artesas,
las alanas paridas en las cadenas presas.

Rehalas de Castilla con pastores de Soria
reçíbenlo en sus pueblos, disen d'él grand' estoria,
taniendo las campanas en desiendo la gloria,
de tales alegrías non ha el mundo memoria.

Posó el emperante en sus carneçerías,
venían a obedeçerle villas et alcarías,
dixo con grand' orgullo muchas blavas grandías,
començó el fidalgo a faser caballerías.

Matando e degollando et desollando reses,
dando a quantos venían, castellanos et ingleses,
todos le dan dineros, e d'ellas le dan torneses,
cobra quanto ha perdido en los pasados meses.