Libro de Buen Amor: 065
De la penitençia qu'el flayre dio a don Carnal,et de cómo el pecador se deve confesar, et quién ha poder de lo asolver III
Pero que aquestos tales debédesles mandar,
que si antes que mueran, si podieren fablar
et pueden haber su cura para se confesar,
que lo fagan e cumplan para mejor estar.
El otro si mandarle a éste tal doliente,
que si dende non muere, quando fuere valiente,
que de los casos grandes que vos distes ungente,
vaya a lavarse al río o a la fuente.
Es el papa sin duda la fuente perenal,
ca es de todo el mundo vicario general,
los ríos son los otros, que an pontifical,
arçobispos e obispos, patriarca, cardenal.
El frayle sobredicho, que ya vos he nombrado,
era del papa, e d'él mucho privado,
en la grand' neçesidat al Carnal aprisionado
asolviole de todo quanto estava ligado.
Desque el santo flayre ovo Carnal confesado,
diole esta penitençia, que por tanto pecado
comiese cada día un manjar señalado,
et non comiese más, e sería perdonado.
«El día del domingo por tu cobdiçia mortal
combrás garvanços cochos con aseyte e non ál,
irás a la iglesia, no estarás en la cal,
que non veas el mundo, nin cobdiçies el mal.
En'l día de lunes por la tu soberbia mucha
combrás de las arvejas, mas non salmón nin trucha,
irás oír las horas, non probarás la lucha,
nin volverás pelea segund que la as ducha.
Por tu grand' avariçia mándote que el martes
que comas los formigos, e mucho non te fartes,
el terçio de tu pan comerás, o las dos partes,
para por Dios lo otro todo te mando que apartes.
Espinacas combrás el miércoles, non espesas,
por la tu grand loxuria comerás muy pocas d'ésas
non guardastes casadas, nin monjas profesas,
por complir adulterio fasías grandes promesas.
El jueves çenarás por la tu mortal ira,
et porque te perjuraste desiendo la mentira,
lentejas con la sal, en resar te remira,
quando mejor te sepan, por Dios de ti las tira.
Por la tu mucha gula et tu grand' golosina
el viernes pan et agua comerás, e non cosina,
fostigarás tus carnes con santa desçiplina,
averte ha Dios merçed, e saldrás de aquí ayna.
Come el día de sábado las fabas et non más,
por tu envidia mucha pescado non comerás;
como quier que algund poco en esto lastarás,
tu alma pecadora ansí la salvarás.
Anda en este tiempo por cada çiminterio,
visita las iglesias resando el salterio,
está y muy devoto al santo misterio,
ayudarte ha Dios e avrás pro del laserio.»
Dada la penitençia, fiso la confesión,
estava don Carnal con muy grand devoçión:
desiendo «mía culpa», diole la absoluçión,
partiose d'él el frayle dada la bendiçión.
Fincó allí ençerrado don Carnal, el coytoso,
estava de la lid muy fraco et lloroso,
doliente et mal ferido, costribado et dolioso,
non le ve ninguno christiano religioso.